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Quemas tanto fuego,

ardes tanto en mí,

que ni el desespero puede describirme,

fui grande y fuerte

y ahora...

De mi corazón brota un recuerdo,

de ese corazón que se grabó a fuego.

Hoy será el final y solo un momento

para recordar la niña que el cielo me envió a jugar,

la anciana que un día partió ante mí,

las risas y juegos que yo he vivido,

los tristes momentos y los más queridos.

Y ahora fuego tus llamas me devoran,

consumen mi cuerpo seco sin el agua,

extinguen mis ramas que secas quedaron,

consumes mi oxígeno y me sigues quemando.

Ardo entre las llamas,

arde el corazón que grabó mi amada.

Soy antorcha viva en mi sepultura,

y solo las cenizas quedarán de mí.

Ya no habrá recuerdos que lleve en mis ramas,

ni risas ni juegos ni niñas aladas.

Y en ese momento que dejo la vida

siento el corazón que tengo grabado,

ese corazón que late a mi lado.

Recuerdo a la niña que me dio la vida

y que yo resguardo,

que mimo y que sigo amando

mientras dejo la vida...

dejo la vida

...

dejo la vida y muero,

abrasado.

El árbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora