6.2

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El fruto de tu vida es eternidad en tus retoños,

y veo como año a año la vida pasa,

y yo refuerzo mi ser con cada año,

y tú refuerzas tu alma.

Yo seré la paz para la vida que fluya en mi lecho,

tú eres la paz toda tú,

cristalina esencia de la luz,

sabiduría del tiempo en tus cautelosos pasos.

Y todos los años vuelves bajo mi sombra,

todos los años vuelves a llorar

sobre la mullida cama de mis hojas

el mismo día que perdiste la luz de tu mirada.

Yo te escucho año a año,

te veo derramar vida en cada lágrima,

gotas de amor que riegan mis raíces

y me nutren de tu nostalgia.

Me alimento de tu melancolía,

y por mi floema llevo tu amor

hasta mis raíces para nutrirme de él.

Llevo los mensajes de pasión, de tu corazón,

por el tejido de mi xilema

hasta la parte más alta de mi copa

para proclamar al mundo tu historia

y compartir con la vida tus semblanzas.

Y yo te miro...

y quisiera poder abrazar tu fragilidad

y consolar tu aflicción

pero solo te miro.

Te miro.

El árbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora