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Qué recio que siento mis brazos al cielo.

Qué inmenso mi tronco y que fuerza que siento.

Soy un roble viejo y la gente me mira,

me visita y me acaricia,

me idolatra y me cuida.

¿Me cuida?

Mi sombra es testigo de días de antaño,

de juegos y risas que me traen la paz,

más también hay cosas que me hacen daño,

que traen mi desdicha e infelicidad.

Me traen al recuerdo que también soy vida

y que en un momento me pueden matar.

El árbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora