La Era Del Hielo (Sid x Diego. Humanizados. Omegaverse.)

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Diego paseaba tranquilamente por el bosque, estaba bien cubierto, y a pesar de eso podía sentir la escarcha en su piel, tenía planeado ir con su pareja esa noche pero aquella tigresa tuvo que irse a encontrar su manada. Diego tenía necesidades que satisfacer, pero se sentiría muy asqueroso si el mismo se satisfacía. Su teléfono sonó, contestó la llamada de su amigo "Oye Diego, soy mani, te llamo porque hoy es un día especial y quería pasar el tiempo con mis amigos, como antes ¿recuerdas? Y quería saber si podías venir" sono por el altavoz del teléfono, Diego lo pensó unos minutos, pero acepto su invitación y empezó a dirigirse a la casa de su viejo amigo Sid. El aire llevaba pequeños fragmentos de nieve que caían en su rostro y cabello, de alguna manera esto le traía recuerdos, sonrio de manera involuntaria y sin darse cuenta llegó al edificio del perezoso, llamó a su amigo para que le abriera la reja del edificio y rápidamente fueron a abrirle.

— ¡Dieguin! — lo saludo con un abrazo después de abrirle.

Diego noto una gran diferencia en el olor de su amigo, ¿perfume? ¿¡Perfume de mujer!? Estaba sorprendido pero el olor atraía la atención del dientes de sable. Se relamio los dientes y acepto el abrazo.

— Hueles bien — apretó con fuerza al chico.

— Oh si, morita se echó un exceso de perfume junto a mi.

El perezoso soltó una pequeña carcajada e intentado soltarse miro el rostro del diente de sable.

— ¿Diego...?

— Oh si... Disculpa... — lo soltó con dificultad, claramente el olor de ese perfume motivaba a Diego a muchas cosas.

— Vamos... — se sentía algo incómodo con la situación, y empezó a subir las escaleras hacia su departamento.

Al llegar vieron a Mani, Morita y a Crash molestando a Eddie.

— Diego — pronuncio mirándolo con una sonrisa.

— ¡Tío Diego! — lo abrazo ofreciéndole bebida, con solo ese abrazo logro bañar a Diego en su aroma.

"Huele tan bien" aguantaba con todas sus fuerzas el abalanzarse sobre el perezoso ¿porque el perezoso? Morita y Sid olían igual, pero, las hormonas que emanaba el perezoso junto con las hormonas del perfume hacían mucho más deseable al perezoso.
El tiempo pasó muy rápido mientras bebían y bebían, pero Diego sabía lo que quería, intento darle más bebida a Morita y a Mani para deshacerse de ellos junto con Eddie y Crash, Cuando Mani vio que Morita ya estaba hablando hebreo se disculpó y se retiró junto a los hermanos de su mujer. El momento era perfecto, Sid se sentía mareado después de todo aquello, Diego ofreció quedarse con el, y después de tanta insistencia Sid aceptó. Lo baño y lo recostó, Sid ya no podía ni con su alma, y Diego aprovechó para empezar a manipular su cuerpo.

Acariciaba su entre pierna por encima de la ropa y con su mano libre se acariciaba a el mismo. Sid se hallaba confundido.

— ¿Dieguito? Mhh... No... No está bien... — quito el rostro para no enfrentarlo, aunque su visión estaba borrosa el calor que Diego emanaba lo hacía distinguirlo bien.

— Callate Sid — dijo sereno acercándose al rostro del contrario en busca de sus labios.

— Mhg... — miraba calladamente como el dientes de sable se acercaba poco a poco y posaba sus labios sobre los suyos.

El dientes de sable empezó a desabrochar el pantalón del perezoso adentrando sus manos en este. El beso se hizo largo dándole chance al dientes de sable para bajar lo suficiente el pantalón y boxer del contrario y empezar a juguetear con su pene, provocando que el beso se rompa por los gemidos del perezoso.

El libro rompemadres. [Only Porn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora