Un Show Más. (Mordecai x Rigby)

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Mordecai sollozaba sobre el techo de la casa, Rigby escuchaba desde la habitación con el corazón sintiendo punzadas por su amigo. Maldicion, Margarita lo hacía sufrir, y podía jurar que era apropósito.

Necesitaba alegrarlo, y sabía cómo.

Salio de la casa en completo silencio con varios dólares encima, se diriguio a la tienda de alitas más famosa de la ciudad y compro cuatro cubetas de alitas. Luego con el dinero sobrante busco en una tienda cualquier Vodka y Ron, también una cocacola y limón, estaba listo, tomo todo y salio de la tienda triunfante.

Fue lo más rápido que pudo con una sonrisa en su rostro y al entrar a la casa pudo escuchar sus gimoteos.
Salio al techo y con sigilo se acercó a el, se sentó a su lado y lo miro llorar.

— Hola — le sonrio con cariño.

Siguió llorando, pero en silencio, no reacciono, no hizo nada.

Saco las cubetas de alitas y el alcohol.

— Traje esto, para... Para que te sientas mejor... — busco alegría en sus ojos pero una vez más no tuvo respuesta.

Abrio el Ron y echo algo en un vaso mezclándolos con cocacola — Ten...

Le miro de reojo y tomo el vaso — Gracias negro... — susurro mientras mezclaba la bebida con un dedo.

— ¿Quieres una? — le mostró las cubetas.

— Si, por favor... — dijo recibiendo una cubeta.

Tomo un largo trago de ron con sus mejillas Rojas y con el rastro del agua que hace poco había arrasado en su rostro.

— Sabes negro... Ya estoy arto... — tomo una alita y se la comió —. Estoy arto de todo esto...

— Tranquilo Mordo, la vida tiene altas y bajas, es normal — le sonrio mientras tomaba tequila.

— Le hice una canción... Estuve con ella todo el tiempo... Y ahora... Se va — una lágrima infraganti paso por su rostro —. Voy a tratar de ser Gay...

— Ah, muy bien — hizo una linea recta con sus labios al escuchar ese dato.

— ¿Me ayudarias con eso? — sonrio ladeadamente.

— Lo haré por ti narizon — carcajeo por su chiste.

Solto una risa suave — Gracias negro — lo miro con melancolía —. Aveces no se como no tienes novia.

— Si, si, es que no soy de una sola chica — solto una sonrisa.

— Se nota — carcajeo tomando otro trago.

Siguieron hablando, y con eso, también tomando.
El alto empezó a ligar las bebidas, y no pasó mucho para que se mareara.

Ambos estaban borrachos.

Y no es porque ambos ligaron sus bebidas, solo que el más pequeño no tiene una gran resistencia al alcohol.
Se terminaron todas las alitas y solo se limitaban a reir de lo que decía el otro.

— ¡Por Dios! — carcajeaba energetico —. ¡Y ahora! ¡Ahora más que nunca se que me quieres! — se abalanzó sobre el más pequeño —. Te quiero... Tanto.

Correspondió — Y yo a ti... Tanto que dejaría que me culearas — bromeo.

— Que buena idea — lo tomo con fuerza y entro a la casa para dejarlo sobre la cama.

— ¿¡Que haces borracho descerebrado!? — dijo mientras carcajeaba a al ver su torpeza al tratar de meterse entre sus piernas.

— Culearte — dijo serio mientras ponía sus piernas en su cintura y comenzaba a besar su cuello haciendo embestidas suaves sobre la ropa.

El libro rompemadres. [Only Porn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora