El libro rompemadres. [Only Porn]

Cars¿1, 2, 3, 4, 5? (Sargento X Fillmore Peticion)

Wolfcat: Este capítulo existe gracias a @Batcathistorias que me recomendó este shipp... Y también me amenazo para hacerlo. (No se si es hard pero trate de hacerlo Dominante × Sumiso)
Capítulo de 2888 palabras.
Lamento la tardanza, e tenido varios problemas de salud y también escolares.

El hippie caminaba tranquilo hacia el café de Flo para tomar su desayuno.
A pesar de tener una pelea con sargento en la mañana estaba más tranquilo de lo que pensaba.

El sol callendo sobre su pálida piel, y el viento llevándose sus blancos cabellos. Lo sentía de maravilla.
Hacia ya bastante que el hotel estaba vacío, extrañaba a la parejita de Sally y McQueen haciendo arreglos en el mismo.
Lo miro melancólico y pensativo mientras seguia su camino.

Al llegar al café este estaba que explotaba en gente, pero por suerte Ramón le abrió un espacio en su mesa.

— Ramón ¡que tal hermano! — dijo amistoso dándole un abrazo fuerte —. ¿Todo bien en el café? — dijo causandole risa a Ramon.

— Fillmore nunca dejas de ser tan gracioso — dijo soltando leves risas —. Afortunadamente todo va bien, mi Flo está muy ocupada últimamente, pero un poco de estrés es bueno para insitar al sexo — burlo haciéndole gracia al hippie.

— ¿Enserio? — dijo sonriente mientras que de reojo veía un militar un poco más bajo que el entrando —. Tal vez use tus sagrados consejos ramon — dijo entusiasta.

Flo apareció moviendo sus caderas y con una sonrisa de par en par — ¡Fillmore! — saludo —. ¿En qué te puedo servir mi rey?

— ¿Podrías darme lo habitual, por favor? — dijo amablemente.

Carcajeo — Claro que si mi rey, ¡enseguida! — se dio la vuelta pero justo antes de empezar a caminar Fillmore volvió a hablar.

— Cambie de idea... ¿Podrías... Darme algo cargado? — dijo algo apenado —. Carne, café, tu sabes.

Chasqueo los dedos — ¡Claro que si! — dijo animadamente para volver a caminar.

No pasó mucho para que le dieran su comida, pero aun veía algo desorientado al Sargento.
Lo llamo y el a mala gana llego a la mesa.

— Sargento — dijo con una sonrisa —. ¿Buscas mesa?

Gruño — ¿Las verduras no te dejan pensar animal? — respondió cortante.

— Sientate aquí — dijo amablemente.

Se molestó aún más — ¿Eres estupido? No hay sillas.

Palmeo su regazo — No estoy hablando de una silla — su mirada se volvió penetrante y fría desapareciendo su sonrisa.

Trago en seco, no se dejaría ganar por un hippie, aunque los escalofríos en sus piernas no cesarán.

— Es un chiste de mal gusto — dijo arrogante.

— Yo no me estoy riendo — dijo serio haciendo que el sargento tuviera un espasmo.

Lo tomo de la mano y lo guió a él sentandolo en su regazo y metiéndose en su cuello.

— ¡¡Ramón!! — grito Flo desde la cocina.

Ramón se levantó — Disculpen caballeros, voy a ver a mi dama — y desapareció entre la gente.

Sargento quedó en silencio mientras sentía la respiración de Fillmore en su cuello, y muy pronto sintió como acariciaba sus piernas y metía una mano dentro de su uniforme para acariciar sus pectorales.