El libro rompemadres. [Only Porn]

Unicorn War (ya saben de que va esto)

SOY COMO UNA CUCARACHA NO ME MUERO ME MULTIPLICO, TENGO A DIOS DE MI LADO. ¿LO OYES PERRA?
Eh... Si he escrito mucho para ustedes, pero soy flojo, gordo y sexy. Besos

Respiraba agitado, el cuchillo en su garganta esa solo una muestra de que nada iba a acabar bien, las fenómenos de gordito llenaban la escena, tenía miedo. Azulin mantenía el cuchillo firmemente en su cuello contando a solo segundos de cortar sus arterias y garganta en el proceso. Lo único que lo desconcentro fue un gemido de Gordi.

Volvió su mirada a su rostro viéndolo tapar su nariz, el osito recibió una carga grande de las feromonas de Azulin, el cual se sentía excitado por quitarle la vida a su hermano. El cuchillo en sus manos tembló al bajar su mirada, tenía una erección, Gordi lo veía a los ojos temiendo por su vida.

— ¿Querías tocarme? — susurro con ojos de borrego.

Azulin se puso rojo de vergüenza y empezó a negar pero sintió las manos de Gordi tocar su miembro y volvió a bajar la mirada — ¿Qué haces?

— Te daré lo que quieres — susurro bajando sus pantalones intimidantes quitando cada 'perepeto' que encontraba.

Azulin no escapó, veía como su hermano lo masturbaba y empezaba a hacerle sexo oral, la lengua caliente de Gordi lo estaba volviendo loco, sus ojos se perdieron y su mano se dirigió a la cabeza de Gordi para dirigir sus movimientos — Oh, que bien lo haces... — se relamio.

El miembro de Gordi empezó a reaccionar con la escena, Gordi era un omega y su hermano un alfa, era obvio que no iba a haber un resultado heterosexual. Azulin soltaba gemidos suaves al aire, ¿cuánto tiempo llevaba sin coger? Déjenme volver a formular la pregunta ¿cuánto tiempo llevaba sin coger con Gordi? Demasiado.

— Recuestate...

Los pantalones mojados de Gordi decían todo, ese osito estaba deseoso de volverlo a hacer con Azulin, era el único osito con el que había estado, y para él, el único que lo hacía tocar el cielo.
Azulin lo desnudo para meter sus dedos dentro de él.

— Ah... Mmh... — movía las caderas sintiendo el tacto del osito dentro suyo.

Alineó su miembro y lo metió de un solo golpe dentro de Gordi.

— ¡Ah! Azulin... — puso una mano en su pecho —. ¿Es todo? ¿Es tan grande? — gimoteo viendo como se unían.

Soltó una risita maligna — ¿Qué? ¿Lo quieres todo? — lo saco y golpeó el miembro de Gordi con el suyo —. ¿Como debes decirlo?

— Alfa... Mételo... Anudame alfa — gimió para deleite de Azulin.

Metió su miembro de vuelta, Gordi solto una sonrisa quebradiza, le tocó todos sus puntos débiles en solo un movimiento — ¿Ahí?

— Ah... Ahí... Ahí... Si... — trataba de verlo a los ojos pero no podía.

Lo tomo de sus caderas y empezó a embestirlo con fuerza, escuchándolo gemir a gritos por su miembro, sonreía orgulloso por lo que le hacía a su hermano, y disfrutaba completamente de las cavidades de su hermano. Gordi babeaba y lo nombraba entre sus gemidos, le encantaba sentirlo dentro, tan duro como siempre.

— Ah... Me voy a venir... Alfa — eso solo hizo que Azulin se apurara, lo tomo de las greñas y tomo su miembro, lo hizo tragarse su propio semen, gemia fuerte por Azulin y también por haberse venido.

— ¿Te gustó tragarte tus jugos de zorra? — Gordi tenía los ojos cristalinos, pero eso no freno a Azulin a besarlo y bajar a su cuello solo para volver a dejar su marca favorita, lo mordió con fuerza marcandolo como suyo de nuevo, mientras sus embestidas eran fuertes para el osito pachoncito.

Gordi acaricio su mejilla y le robo un beso, saboreando la sangre propia que tenía en su boca.

Azulin se separo de él — Lo haré adentro... — continuo sus embestidas hasta que lo anudo con su miembro, dejando todos sus jugos de hombre ahí adentro.

— Esta caliente — se encorvo sintiendo el líquido en su cuerpo, Azulin marcaba sus caderas con sus garras — Ah...!

Azulin lo degollo sin avisar, todavía estaba adentro de él, sentía todos sus espasmos y veía como se iba apagando de apoco — Huh... Haha... Hahaha... — empezo a reírse, le parecía tan graciosa la escena, salió de Gordi viendo como sus jugos se derramaban.

Se levantó acomodando su ropa y le escupió la cara para seguir su camino.