Esponje Bob (Bob esponja x Calamardo)

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Bob estaba tranquilo, después de pasar malos ratos con un imbecil que trató de propasarse con el, gruño mientras cerraba el crustáceo cascarudo.
Y empezaba a caminar a su casa, silbando, estaba muy relajado.

Cuando llegó a casa entró, respiro profundamente dejó sus llaves a un lado, alimento a su gato y fue a su habitación. Empezó a desvestirse, programó su reloj.

Y le cubrieron el rostro con un trapo con cloro.

Y así empezó todo.

Se despertó al sentir que le inyectaban algo extraño.

Éxtasis.

Y con mucha facilidad le recorrió el cuerpo entero, le metieron una pastilla de viagra en la boca y lo obligaron a tragar con mucha agua.

Viro su rostro — ¡N-no! — gimio.

Lo tomo de las mejillas agresivo — Escuchame bien esponjosa y hermosa bola de mierda, más te vale hacerme caso, o haré que te duela... — le gruño —. Y desde ahora, me dirás "papi".

Miro bien su rostro — ¿Calamardo...? — sus pupilas se contrajeron asustado.

— Exacto — lo beso profundamente.

Correspondio su beso, pero en realidad tenía miedo de lo que fuera a hacer.
Se separaron porque Bob empezó a gemir suavemente.

— Al parecer alguien está muy emocionado... — sonrio viendo la entrepierna del pálido.

— Calamardo... Por favor... No... — gimio.

Lo shiteo — Mira niño, a mi no me vengas con tonterías — empezó a desnudarlo.

Lo miro tembloroso mientras lo veía manipular su erección.

— Creo que me pase con la dosis — le sonrio besando y lamiendo su cuello mientras acariciaba su cuerpo y en ciertas ocasiones incluía su miembro.

Soltaba muchos gemidos, estaba muy caliente, lo necesitaba, pero se sentía repugnante.
En cambio calamardo solo se sentía cada vez mejor, hacia mucho que tenía fantasías con el, y que estuviera sucediendo. Demonios... Era demasiado excitante.

No sé dio cuenta en el momento que calamardo empezó a acariciar sus mejillas con su miembro viril.

— ¿No piensas saludar? — dijo lujurioso —. Se que quieres chuparlo... — acaricio su cabello.

Las pupilas de Bob estaban dilatadas y se sentía más ligero.
Saco la lengua y abrio su boca para fijamente recibir su miembro entero de una embestida.

Sonrio en Victoria, verlo tan débil y desorientado lo hacía sentir aún más extaciado, se mordió el labio y empezó a embestirlo con suavidad escuchando sus gemidos y quejidos, también una que otra arcada cuando lastimaba su garganta.
Solto un gruñido fuerte cuando el pálido tratando de recuperar el control cerro un poco su boca.
Saco su miembro desconcertado

— ¿Que te pasa idiota? — gruño molesto.

— Estoy... No me siento bien — mascullo relamiendose.

— ¿Que sientes?

— Calor...

Le dio una cachetada solo para escucharlo gemir.

— Cala...Ca... ¿Papi...? — lo miro de reojo asustado.

Lo tomo de la barbilla y levanto su rostro, abrió un poco su boca y volvió a introducirse en el.
Siguió embistiendolo hasta que lo vio llorar.
Gruño y levanto sus piernas y las amarró, arrancó su ropa interior y lo penetro con sus dedos para prepararlo, lo llenó de lubricante y empezó a mover sus dedos en el.

Empezó a gemir — ¡Papi...! — soltó entre gemidos mientras sentía como se abría paso en el.

Saco sus dedos de el y empezó a hacer presión con su miembro, una vez entro la cabeza lo demás resbaló dentro de el sacándole un grito ahogado.

— Ngh... Hah... — soltó entre gemidos de dolor.

No estaba tan apretado, estaba bien dilatado, pero empezó a embestirlo agresivamente, le estaba haciendo daño, tanto que Bob gritaba pidiendo que parara, y aunque veía sangre gotear de su entrada no le importo, siguió embistiendolo.

— ¡Para por favor! — rogo adolorido.

Lo tomo de las mejillas mientras lo embestia.

— Si te sigues quejando lo haré peor... — sonrio.

— Duele... — mascullo.

Lo beso — Eso me encanta... — gimio.

Comtinuo embistiendolo con fuerza hasta que se vino y salio de Bob.

Miro al techo, jadeaba, estaba muy adolorido.

— Por favor... Sueltame — pidió.

Tomo un vibrador y lo encendió metiendolo en el agresivamente. Bob empezó a temblar mientras gemía y jadeaba.

Calamardo se sentó frente a él para ver su rostro.

Tomo un látigo y empezó a darle golpes fuertes escuchándolo gritar de dolor.
Siguió golpeándolo mientras buscaba un vibrador grande y voluminoso y muy raro.
Cuando lo encontró lo encendió y sacó el otro para introducirlo hasta el fondo.

— Basta... Basta ya... Duele... — pidió babeando.

Metió unos dedos en su boca mientras lo embestia con el vibrador.

— Callate... — ordeno.

Ahora lo escuchaba balbucear, gemir y sollozar mientras lo embestia con agresividad una vez más. Pronto se aburrió y lo solto dejando el vibrador dentro de el, lo puso en cuatro sobre la cama, amarró una de sus muñecas a la misma y empezó a lamer su entrada, y de vez en cuando su miembro.
Ahora lo escuchaba gemir de placer.
Al parecer cuando no manipula el vibrador del rubio el suele disfrutarlo, wow, quien lo diría.

Bob tomaba con fuerza las sábanas.
Gemía alto y fuerte, empezó a gustarle que vibrará en su punto G.

— Papi... — susurro mientras babeaba del placer.

Lamia su miembro — ¿Te gusta? — le dio muchos besos en este.

— Si... — susurro gustoso y sonriente.

Tomo el vibrador y empezó a moverlo con suavidad.

Abrio los ojos al sentirlo moverse — ¿Que... Que haces? — dijo asustado.

— Te amordazo para tener sexo salvaje contigo — sigo lamiendolo y moviéndolo suavemente —. ¿No se nota?

— Por favor... Sueltame... Juro que no le... Le... Ngh... — empezó a temblar —. ¡Kya....! — tomo con fuerza la sabana.

— ¿Te vas a venir?

— Si... — respondió para dejar de temblar y soltar su líquido sobre su cama.

Carcajeo — Eres una pequeña puta... — saco el vibrador —. Y ahora eres mío.

— Por favor Calamardo... Sueltame — rogo respirando irregularmente.

Se quedó pensando — No, ahora, serás mío hasta que me canse — advirtió.

Sus ojos se contrajeron.
Y oh si, Calamardo hablaba en serio.

El libro rompemadres. [Only Porn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora