El libro rompemadres. [Only Porn]

Pepsi x Cocacola

El de pelo tricolor se peinaba hacia atrás pensando en lo que pasaría a la tarde. No era mentira de que Pepsi.Corp y Cocacola.Corp harían un alboroto por el suceso de hace 4 semanas. Cola Boy solo tenía sed y tomo una botella de Pepsi, no sabía que era obligatorio tomar solo su marca. Desde eso lo culpaban de haberlo trastornado.
Solto un suspiro, arregló su chaqueta y salió de su cuarto de arreglo.

— Muy bien Pepsi, hoy se decidirá todo... Intenta caerle bien al jurado...

— Si papá... — trago en seco, no sabia que haría pero sabía que no le creerían.

Mientras que por otro lado el chico de reflejos blancos y chaqueta deportiva -la cual iba muy bien con su estilo corporativo- se sentía cansado de tantos gritos y gritos que recibía de parte de su dueño.

— Yo solo... Tenia sed... — dijo intentando disimular su rostro lloroso.

— ¡Eso no importa! ¡Te tomaron fotos inepto! ¡Me avergüenza crearte!

— Pa... — susurro, levanto la mirada rápido y trago en seco impresionado por el poco corazón del empresario, su rostro melancólico solo fue golpeado con fuerza por el bastión del empresario.

— Te callas... — empezó a llevarlo con su bastón.

Pasando el rato, los empresarios se encontraron en la puerta del edificio gobernamental. El representante de Pepsi extendió su mano pero el representante de Cocacola lo empujó al punto de que Pepsi tuvo que tomarlo para que no callera al suelo.

— Insolente — bufo y camino dentro del edificio.

Coca Man quedó paralizado unos momentos, reaccionó y pidió disculpas en voz baja, estaba avergonzado, saludó a su amigo y se fue intentando no hacer tanto contacto con los Pepsi.

— Que chico tan generoso... — sonrio preocupado.

— Demasiado para haber sido criado por el.

— Hijo, no puedes hablar de eso...

— Lo se...

Siguieron su camino hasta el juicio, juicio fuerte, los Pepsi sudaban a chorros mientras el representante de Cocacola apretaba los dientes con ira.
Dieron el descanso para que los jueces deliberarán. El chico trcolor salió corriendo hacia el baño, al llegar se lavó la cara con agua y se miró un rato al espejo.

— No es tu culpa Boy... No es tu culpa.

— Disculpame... — su voz quebrada era inevitable.

— Man... — giro su rostro hasta el cubículo.

— Oh Dios, estabas en un momento de soledad... Lamento meterme en eso...

— Tranquilo... — empezó a dirigirse al cubículo.

— Siento que este problema se habría evitado si... Si tan solo...

— ¿No nos hubiéramos conocido? — abrió el cubículo.

— No quiero ofenderte — lo miro triste mientras se levantaba.

— No me ofendes... — acaricio su rostro con ternura —. Nunca lo haz echo..

— Mi jefe es... Algo quisquilloso, no puedo estar contigo — tomo su mano suavemente y la quito.

— Dejemos de pensar en eso... — le sonrio —. Quiero quitarme una duda...

— ¿Cual? — se acercó con delicadeza a su rostro.

— ¿A que saben tus labios? — tomo sus hombros con delicadeza buscando sus labios —. ¿Sabran a nuestros productos? — le sonrio pícaro.