Nuestra Promesa [WangXian] -Mo Dao Zu Shi

Capítulo VI

Capítulo VI

Al inicio del viaje en el auto el ambiente estuvo un poco tenso. Los hermanos Jiang no podían evitar mirar a Wei Ying y asegurarse que se encontraba bien, solo había pasado unos pocos días del accidente y se preocupaban que él estuviese tenso en el viaje.

Él pequeño Jin Ling no podía soportar tanto silencio y tensión.

-¡Tío Wei! –El niño abrazo desde el asiento de atrás a su tío –No estás bien ¿Cierto? ¿Quieres volver al médico?

Wei Ying dio una pequeña sonrisa y tocó las manos de su sobrino –Estoy perfectamente. Vamos, siéntate bien y cuéntame cómo va tu entrenamiento.

El niño sonrió y felizmente comenzó a contar con orgullo los avances de su entrenamiento en LanLing Jin. Rápidamente todos se involucraron en la conversación y el ambiente dentro del auto se relajó hasta llegar al aeropuerto privado de las Grandes Sectas. Era pequeño pero totalmente equipado para trasladar a los cultivadores a donde fuera necesario.

Jin Ling repetía incansablemente que quería ir con sus tíos a Receso de las Nubes pero Jiang Cheng no lo permitió.

La mujer de largo cabello abrazo a sus hermanos con fuerza como despedida y prometieron reunirse al regresar en Yummeng Jiang.

Apenas subir al avión, Wei Ying se sentó, inclino el asiento y cerró los ojos con un suspiro de cansancio. Esto no paso desapercibido por Jiang Cheng y estuvo a punto de enumerar de nuevo, las razones por las cuales Wei Ying no podía viajar pero fue interrumpido.

-Jiang Cheng quiero dormir. Anoche no pude dormir nada y necesito estar presentable y con todas mis energías al llegar a Gusu Lan para presentarme y hacer que me recuerde.

-Sigues con esa tontería. ¿Quién diablos es tu supuesta pareja? ¿Por qué ni siquiera sabía que te gustaran los hombres?

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios –Es la persona más hermosa de Gusu Lan. Y si es mi pareja, ya verás. Ahora largo y déjame dormir.

-¡Tu...! –

Él joven de camisa morada decidió no continuar por ahora y con un suspiro tomó asiento. Realmente tenía curiosidad del hombre que había llamado la atención de su hermano, si es que era cierto, aún tenía sus dudas al respecto.

Wei Ying se mantuvo en una posición relajada sin abrir los ojos. No quería demostrarlo pero su cabeza dolía desde que vio a YanLi y su mente comenzó a llenarse con recuerdos de su anterior vida. Esas imágenes llegaban como puñaladas a su cabeza una tras otra pero no podía permitir que nadie lo notara y lo llevaran de vuelta a la clínica.

El dolor no era la gran cosa, pero el recibir constantemente las imágenes sin que él pudiese controlarla era otro problema que no sabía manejar aun.

Lentamente fue cayendo en la inconsciencia y un profundo sueño lo invadió.

Hace más de mil años.

El hombre de ropas oscuras se acercó lo más silencioso que pudo para lanzarse a la espalda de su víctima.

-¡Te tengo! HanGuang Jun no puedes tener tu guardia baja en ningún momento. Te he atrapado fácilmente.

-Sabía que eras tú –fijó sus ojos dorados en el hombre que lo abrazaba.

-Que aburrido. Yo quería sorprenderte. –lo soltó y coloco sus manos detrás de la nuca. -¿Conseguiste más información de esa cabaña? Yo tengo una idea de lo que ocurre allí pero vamos a ver de todas formas.

-Mn. –asintió –Vamos.

Caminaron junto al otro, muy cerca y con una sincronía natural.