Félix Graham de Vanily inició su afición por la fotografía, a la edad de 15 años, gracias a su padre quien le obsequió una cámara fuelle Autographic Kodak Junior, para su cumpleaños
Félix tenía una gran admiración por el trabajo de su tío Gabriel y su padre Rafael. Los mayores contaban con un estudio fotográfico en el centro de París, especializado en fotos de todo tipo, incluyendo las Post Mortem.
La vida y sus giros trajeron La Gran Guerra: que golpeo con fuerza los hogares franceses. Obligando a los hombres, a ser llevados al frente de batalla, sin importar su oficio o profesión. Las familias Agreste y Graham de Vanily no fueron la excepción.
Gabriel y Rafael fueron enlistados y murieron en las trincheras.
Félix y su primo Adrien, quedaron al frente del negocio, siendo guiados por Nathalie la fiel asistente de los mayores. Con esfuerzo lograron sacar adelante el negocio. Siendo Félix especialista en la fotografía post mortem y Adrien en la paisajista.
El joven Graham no sintió pena por la muerte de su padre, pues estaba seguro de algún día poder contactar con él, por medio de un canal espiritual, los cuales se hicieron muy populares en la época: Sesiones espiritistas, que usaban artilugios para contactar con el mundo de los muertos.
Además, al rubio de ojos verdes le atraía todo lo que tuviera que ver con seres sobrenaturales, por eso cuando la revista Strand Magazine público la navidad de 1920, un artículo referente al encuentro de unas niñas con un grupo de hadas y que estas, habían sido inmortalizadas en unas fotografías caseras, hechas por las menores.
Félix de inmediato acudió al lugar, con el fin de investigar por su cuenta. Lamentablemente la dirección publicada en la revista era falsa con el propósito de proteger a las niñas y su familia del acoso de los espiritistas, investigadores y demás personas curiosas.
La frustración del blondo duró poco, pues el 12 de enero de 1921 la revista Westminster Gazette publicó la dirección y nombre real de las niñas. Un incrédulo periodista redactó la nota invitando a cualquier investigador, a comprobar la veracidad de los hechos. Para el joven Graham era un claro desafió que estaba dispuesto a tomar, pero esta vez sería prudente y se haría acompañar de su primo.
El bondadoso Adrien, realizaba un viaje a finales de año que duraba 91 días exactos, ni uno más ni uno menos. A su regresó traía consigo, unas bellas fotografías paisajistas, y ganaba un buen dinero por ellas.
Y era esa habilidad de captar paisajes soñados que Félix necesitaba de su primo. Todo con el fin de obtener la fotografía perfecta que mostraría a las hadas y, posteriormente daría a conocer su hallazgo; a la Sociedad Teosófica: la cual anhelaba pertenecer.
El tiempo paso y Adrien regresó de su viaje para alegría de Félix, que de inmediato fue a buscarlo a la casa que compartían con sus madres. Por desgracia no encontró al rubio. En el lugar, únicamente estaba su maleta a medio desempacar. Félix pensó que este se encontraba en el estudio del negocio.
Antes de mancharse de la habitación de su primo, el oji-verde iba gastarle una broma con el trozo de camembert que, estaba sobre la mesa de noche. Levantó las prendas del centro de la maleta, para dejar el apestoso queso en medio de estas.
Detuvo su acción al encontrar una manta rectangular colocada de manera pulcra, entre las prendas, puso el queso de nuevo en su sitio y tomó aquella curiosa envoltura.
Sacó el contenido que resguardaba, apreciando una foto de una chica de rasgos euroasiáticos, con su rostro semi cubierto por un antifaz, sus ojos estaban cerrados, su cabello largo y al parecer azabache; llevaba un vestido con motas negras, más el color de la prenda le fue desconocido, por ser una foto a blanco y negro.
Dio vuelta a la foto, encontrando al reverso una nota ≪ M'lady, mon amour ≫ Félix rio ante la cursi y ridícula frase, sin duda su primo estaba enamorado de esa misteriosa mujer.
Volvió a ver la imagen de la femenina, apreciando mejor los detalles en ella: tenía una especie de aura emanando de su cuerpo y las lavandas a su alrededor, parecían brotar de la misma.
¿Era una divinidad? ¿Un hada? ¿Un ser mitológico? Sacar conclusiones tan fuera de lo común, parecía exagerado, pero al examinar la foto, no había alteración alguna.
Félix estaba molesto con su primo, por ocultarle tal encuentro con un ser sobrenatural. Sabiendo lo mucho que le atraía al mayor todo lo relacionado al mundo espiritual y paranormal. El blondo guardo todo como estaba.
Mando al demonio la investigación de las hadas, su curiosidad insaciable había encontrado un nuevo objetivo.
Félix no se imaginaba el secreto que su primo y esa misteriosa mujer ocultaban y la obsesión que desencadenaría en él, al encontrar el mundo que ellos protegían.
Nota de la autora:
Hola mis invocadores e invocadoras la trama está basada en la canción Killpop de Slipknot, que mi esposo me sugirió cuando le conté parte de como va la historia.
Sin más que agregar me despido, nos leemos pronto.
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FLM +18 Felinette// Adrinette (EN HIATUS POR EDICIÓN)
FanficFélix es un fotógrafo amante del espiritismo y lo paranormal, cosas que está muy de moda en los locos años 20's. Su curiosidad es insaciable, por ello investiga algunos casos que captan su atención. Un día buscando a su primo para que lo acompañe a...