Félix caminaba por las concurridas aceras de París: debido a las baratas de finales de enero por parte de los negocios, la gente buscaba las mejores ofertas.
La brisa de invierno aún era perceptible en el ambiente, aunque no con la misma intensidad que en diciembre. El fotógrafo iba abrigado con una gabardina trench y una boina. Ambas prendas en color negro, resaltando así, el verde oscuro de sus ojos, y sus dorados cabellos.
A pesar de estar abrigado, sus mejillas estaban enrojecidas, a causa de la fría brisa que acariciaba su rostro descubierto. Sin embargo, Félix prefirió caminar que viajar en tranvía.
Es una entrometida
Pensó el rubio, luego de su mal rato con Nathalie. Para él, la mujer se estaba portando muy cotilla, y lo único que se le pasaba por la mente, es que lo hacía por mero interés sexual hacia su persona.
El ojiverde vio los negocios a su alrededor, con el fin de despejar su mente. Notó una pequeña panadería, la cual tenía en el aparador unas apetecibles tartaletas de frutilla. Esto llamó la atención del fotógrafo, pues era el postre que su padre siempre llevaba a casa, al finalizar su jornada de trabajo. Desde el fallecimiento del mayor, el rubio no había vuelto a probar dicho postre. Así que, sin pensarlo mucho, se adentró a comprar un par de tartaletas.
Salió de aquella panadería con la pequeña caja que, contenía dicho postre dentro. Bajo los escalones sin percatarse a los lados de la acera. Un fuerte golpe en su costado derecho lo hizo aflojar el agarré de la caja, cayendo sin remedio al piso. Las tartaletas fueron aplastadas por los ajetreados transeúntes. El fotógrafo apretó sus dientes, al punto de hacerlos rechinar de la rabia que lo dominaba.
Se giró a su derecha, dispuesto a moler a golpes, la cara del causante de ese desastre.
De ti no va a quedar ni el recuerdo hijo de...
—Vous êtes un Chinois complètement incompétent et stupide!¡Eres una china completamente incompetente y estúpida! —una chillona voz, casi perforó los oídos de Félix.
¿Qué carajos?
Sus orbes enfocaron a la persona que choco con él. Sobre la acera y en medio de la nieve, estaba el cuerpo de una chica, con algunos comprados sobre ella y, otros más regados a su alrededor.
Su estatura era baja, a pesar de sus piernas largas. Esto lo pudo notar el zagal, porque la falda rosa con puntos blancos de ella se había subido hasta sus rodillas. La gabardina beige que traía puesta estaba desgastada, señal que era una sirvienta. La faz completa de la jovencita era imposible de notar, pues el viejo gorro de lana rosado que traía puesto le cubría la mitad del rostro, dejando expuestos sus labios teñidos de rojo natural, debido al frio y su pálida piel, que, al parecer, era sensible al clima. Su cabello negro estaba atado en dos coletas.
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FLM +18 Felinette// Adrinette (EN HIATUS POR EDICIÓN)
Hayran KurguFélix es un fotógrafo amante del espiritismo y lo paranormal, cosas que está muy de moda en los locos años 20's. Su curiosidad es insaciable, por ello investiga algunos casos que captan su atención. Un día buscando a su primo para que lo acompañe a...