Tienes mí atención.

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Martes 23 de marzo, de 1921. El petricor inundó el ambiente de la fría mañana de primavera. La flora de París había sido bendecida, con las primeras lluvias del cambio de estación. El cielo poco a poco se despejó y el sol se abrió paso, por sobre los edificios de fachadas estilo rococo, que abundaban en el Barrio de La Gare.

El clima era perfecto y las gemelas Graham de Vanily, decidiron desayunar en el patio trasero de su casa. Antes de partir a la Botica que ambas atendían, con la ayuda de un par de ayudantes.

—Puedes llevar la charola con el café y el zumo de naranja, por favor—Emilie dio la bandeja de plata, a su hermana menor.

La rubia tomó la charola de las orejas, cuidando de no derramar el liquido sobre las tazas y cuencos.

—No se va a hacer más vieja por ayudarnos—se quejó la ojiverde menor, señalando con un puchero a la persona que se encontraba sentada en las sillas del jardín.

—Amelie, entiende, ella es nuestra invitada, vino a dejar un presente para Adrien y en agradecimiento la invité a desayunar—Emelie se cruzó de brazos, al decirle aquello a su hermana menor—a Félix ya le dio su regalo ¿de qué te quejas?

La menor no pronunció palabra alguna, giró sobre sus talones y camino en dirección al jardín. La rubia mayor suspiró con resignación, no teniendo en claro, porque su hermana detestaba a Nathalie. Para distraerse, la viuda Agreste, dispuso a servir los platos del desayuno y los colocó sobre otra bandeja más amplia.

Nathalie estaba de lo más entretenida, tomando el aire fresco de la mañana, mientras guardaba el regalo de Adrien dentro de una cajita, previamente decorada. Esperaba que al rubio le gustará o al menos tuviera una reacción más amable que la de su primo, cuando ella le hubo entregado su obsequió.

Observó la N°3 Autographic Kodak Special, con cuidado cerró la caja. Orgullosa de haber comprado dos cámaras para los jóvenes que, apreciaba mucho. La azabache había adquirido las cámaras en su reciente viaje a Estado Unidos, junto a su amiga Emelie, quien había comprado pastillas salvavidas del Dr. Hunter, para surtir la botica.

Un fuerte carraspeó distrajo a la de lentes de su tarea. Sus azules se enfocaron en una enfurruñada rubia, que sostenía la charola con las bebidas.

J'ai besoin d'espace pour placer le plateau, Necesito espacio para colocar la bandeja—pronunció con molestia

Nathalie rodó sus orbes. La actitud hostil de Amelie, para con ella, era su pan nuestro de cada día. Todo por culpa del arrogante Félix.

—¿Así está bien? —inquirió con voz sería la mayor. Apartó de la mesa, el obsequió para Adrien y lo puso sobre una silla vacía.

La oji-verde, colocó la charola de mala gana, detestaba con todo su ser a Nathalie, pues siempre le remedaba la crianza que le daba a su hijo. La hermosa rubia, justificaba el comportamiento de su primogénito, como una forma de escapar al dolor por la pérdida de su progenitor. Ella tenía la esperanza que una vez Félix sentará cabeza, esa actitud despreocupada y manipuladora iba terminar.

FLM  +18 Felinette// Adrinette (EN HIATUS POR EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora