✝️16.- Poeta

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Grábame como un sello sobre tu corazón;
llévame como una marca sobre tu brazo.
Fuerte es el amor, como la muerte,
y tenaz la pasión, como el sepulcro.
Como llama divina
es el fuego ardiente del amor.

Cantares 8:6 

La motocicleta se aparcó justo delante de la casa de los Byun. A ChanYeol importándole casi nada si estaba por hacer mucho ruido o poco. Quería que aquella señora escuchara su llegada, porque ese día, ChanYeol iba a ser el mismísimo Diablo para la madre de Byun.

Estaba enojado, estaba enfadado. Estaba tan lleno de odio que la simple palabra "enojo" no cabía en todo lo que sentía ChanYeol en esos momentos.

Su sangre ardía en colera, sus ojos lloraban por la rabia y sus piernas temblaban por la adrenalina.

No quería decir que quería golpear a la señora, pero la quería golpear. Más no iba a hacer eso.

A él sí le habían enseñado valores y el respeto.

BaekHyun se bajó primero de la motocicleta sujetándose de los hombros del mayor. Antes de que el menor se acercara a la puerta de entrada le tomó de la mano, impidiendo que siguiera su camino, BaekHyun se asustó un poco pero luego se tranquilizó. Ambos se miraron, regalándose un semblante de apoyo mutuo. Sus respiraciones comenzaban a ser fuertes en frenesí gracias a los nervios.

Nadie sabía lo que iba a pasar esa noche.

—Entra, tengo que hacer una rápida llamada — BaekHyun asintió y de nuevo se volteo para estar a punto de irse, el pelirrojo se alteró. ChanYeol le tomó más fuerte de la mano para que le pusiera de nuevo atención, BaekHyun alzó ambas cejas —. Bebé, ten cuidado — recitó en un suave susurro.

El menor al principio sintió que las lagrimas le saldrían de sus ojos en cualquier momento. Pero al final, simplemente decidió darle una segura sonrisa y asentir.

—Claro que sí.

Volvió a tomarlo más fuerte de la mano antes de que huyera para dentro de su casa.

Park estaba tan asustado, sentía sus manos temblar. No sabía si era por la fría brisa de la noche, o porque temía que algo le sucediera a su pequeño angelito.

—Bebé... — le llamó frunciendo el ceño. Baek lo miró con total atención. El pelirrojo boqueo más de una vez. Miró sus manos, y sonrió un poco — te amo, mucho.

El pelinegro sonrió, bastante confiado para su gusto.

—Yo también te amo, ChanYeol — le respondió. Park esperaba que le diera un beso, pero tenía miedo que aquel beso fuese el último, ya que todo podía pasar dentro de esa casa con esa señora.

Y estaba listo para todo.

Se soltó de su agarré y comenzó a caminar hasta dentro de su casa, y para ChanYeol, parecía que se estaba escapando de sus manos... estaba escondiendo su dolor detrás de una sonrisa, como lo hacía siempre.

BaekHyun hace unos minutos estaba temblando, estaba llorando porque había estado a punto de ser violado, pero lo que más sentía en esos momentos, era odio.

Odio, sentía un odio increíblemente grande.

Un odio que jamás había sentido en toda su vida como ser humano. En toda su vida como cristiano. Un odio que debería ser considerado como pecado, un odio que no es digno del perdón del que tanto le hablaron en la escuela.

Quería confrontar a su madre, quería gritarle y decirle que estaba enojado. Que odio cada golpe, cada grito y cada hora de estudio que le obligó su madre a pasar.

Hello Angel [🍀ChanBaek🍀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora