Mía.

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Aviso, esté fic es una versión de multiverso así que no se lo tomen tan literal XD, espero no molestar ni ofender a nadie.


De nuevo, él de nuevo estaba mirándote, desde que comenzaron el año escolar Michael, también conocido como él chico malo de la universidad no te quitaba la mirada de encima, siempre pendiente de ti cada que podía, cuidando que tuvieras lo que querías y que nadie se metiera contigo porque quién lo hiciera no salía ileso, incluso tenía tiempo para seguirte a casa asegurándose de que llegarás bien.

No sabías realmente porque lo hacía, eras la única a la que no trataba como basura pero cada vez que intentabas saber la razón, él sólo te miraba unos segundos y después se iba sin decir nada, era bastante raro, no recordabas haber hecho algo para ser tratada así, no es que te quejarás por sus atenciones pero las locas enamoradas del pelinegro estaban cada día más celosas por sus tratos para contigo por lo cual ya comenzabas a preguntarte ...

¿Cuánto tardarían en llegar al límite?

Tus amigos te decían que no te preocuparas pero eso sólo lo empeoraba pues cada vez que Michael no estaba cerca ésas chicas aprovechaban para hacerte la vida imposible exigiendo que te alejaras de él, incluso amenazando te.

No eras ninguna cobarde pero ellas eran más y bastante crueles cuando tú evitabas los problemas siempre que podías, ésa era una de las razones por las que rezabas no encontrarte con Michael o con ellas pero al parecer al universo le valía una hectárea de ve*** lo que tú quisieras porque ahí estaba nuevamente él, mirándote desde su casillero recargado en el a unos metros de tí mientras tú buscabas unos libros en el tuyo al mismo tiempo en que ésas locas pasaban por un lado matando te con la mirada.

Hoy no era tú día.

Intentaste ser lo más rápida posible porque tus amigos ya se te habían adelantado al salón y no querías quedarte sola con ninguno de los dos, ni ellas ni él porque aunque no te hiciera daño sí te ponía bastante nerviosa.

En cuestión de minutos la campana sonó anunciando la próxima clase por lo que Michael sin más remedio tuvo que dar media vuelta para ir al salón pues iba mal en clases y sí faltaba otra vez rreprobaria, suficientes problemas tenía ya en casa.

Tan rápido como fue posible tomaste tus cosas y guardaste el resto cerrando tú casillero para irte pero ni dos segundos pasaron cuando sentiste como te estrellaban fuertemente contra el frío metal sacando te un gemido de dolor. 

Eran ellas, no necesitabas verlas para darte cuenta, ¿Quién más podría ser?.

- Al parecer tú no entiendes ¿Verdad? - reclamo una de ellas con evidente molestia - te dijimos que te alejaras de él.

Y aquí iban de nuevo, sinceramente no tenías tiempo para ésto, debías ir a clase o la maestra te enviaría a la dirección por llegar tarde, así era ella. Como pudiste lograste zafar su agarre de ti y salir de ahí aún cuando tuviste que empujarlas para ello, aunque claro no se rendirían fácilmente, lo sabías bien por lo que no te extraño ver las detrás hasta darte alcance a unos metros del salón siendo la más terca de ellas en cerrarte el paso para volver al juego de la víctima y el victimario, sólo que tú no mostrabas miedo algún, eso las molestaba aún más.

Iniciaron con burlas, insultos y amenazas pero al ver que no funcionaban pasaron a la violencia, dos sujetando te por los costados mientras una tercera, la misma de antes estaba frente a tí riendo como psicópata.

Ok, esto era malo.

Sabías lo que seguía pero no te acobardaste, la miraste fijamente retando la, esperando el primer golpe, uno que nunca llegó pues su puño fue detenido por un fuerte brazo que terminó lastimando la ante el brusco agarré, todas abrieron los ojos con miedo al ver de quién se trataba, y no era para menos, su mirada irradiaba molestia.

- Largo - soltó cuál ácido - ¡LARGO! - repitió y está ves casi todas salieron corriendo a excepción de la líder, ésa misma que minutos atrás intentó golpearte - vuelves a ponerle un dedo encima y te arrepentirás - advirtió alejándola de tí de un brusco movimiento mientras se acercaba para ver que estuvieras bien -

- ¡¿Porqué?! - gritó ella con rabia, se notaba su desesperación - ¡¿Porqué ella?!, la tratas como si fuera lo más importante pero ella nisiquiera lo aprecia, yo haría lo que fuera por ti, te amo, ¡¿Acaso no lo entiendes?! - mirá que había que estar o muy loca o muy enamorada para ponerse así con un chico que te mando por un tubo más de una vez -

- No me importa - respondió restándole importancia a sus palabras -

- ¡¿Qué tiene ella que yo no?!, ¡¿Qué la hace tan especial?!, ¡dime!.

- ¡Ya cállate!, no tengo porque darte explicaciones, ahora lárgate de aquí porque el que seas chica no me detendrá sí sigues provocándome - advirtió haciéndola temblar del miedo antes de verla correr en dirección contraria mientras lloraba -

Suspirando pesadamente trató de relajarse para no asustarte, aunque a ti realmente nunca te dió miedo ni nada parecido, te ponía nerviosa pero era por motivos diferentes.

- ¿Cómo ...? - te animaste a preguntar luego de unos segundos aunque él te interrumpió -

- Te estabas tardando - respondió como si nada -

- ¿Pero la maestra no ...?

- ¿Me castigo?, sí, pero eso no importa, ¿Estás bien? - cuestionó mirándote fijamente a los ojos, los suyos eran hermosos, tan profundos que no pusiste evitar perderte en ellos - TN - llamó sacando te de tu ensoñación causando que desviaras la mirada avergonzada sintiendo tú rostro arder por la pena -

Pudiste escuchar su risa de diversión y eso te molesto, ¿De qué rayos se reía?, todo eso era su culpa para empezar.

- ¡No te rías!

- Dímelo cuando no parezcas fresa.

Rayos.

Unos minutos en silencio y la pregunta de siempre llegó a tu mente, tanta era la curiosidad que no pudiste evitar preguntar otra vez.

- ¿Porqué?

Él sólo te miro unos segundos en silencio y tú pensaste que nuevamente no respondería así que te resignaste a quedar con la incógnita más grande fué tu sorpresa al sentir como tomaba delicadamente tú rostro entre sus manos haciéndote voltear mientras se acercaba lentamente mirando con demasiada atención tus labios.

Espera, ¡¿Él iba a ...?!

- Mi - Michael - llamaste con vos temblorosa pero no sé detuvo hasta sellar sus labios con los tuyos en un beso lento, sin apuro pero lleno de sentimientos al mismo tiempo en que avanzaba acorralando te contra la pared más cercana -

El beso fue tan íntimo, tan perfecto que para esté punto dudabas estar despierta.

¿Realmente era él mismo chico cruel que maltrataba a todos?

Obligados a separarse por la falta de oxígeno se apartó poco a poco llevando más arriba la mirada para verte a los ojos nuevamente y tú ya no pudiste apartar te.

- Porque tú eres mía, porque aunque no me creas te amo, y porque tú me salvaste en el pasado aunque no lo recuerdes.

Espera, ¡¿Qué tú qué?!.

- No estoy entiendo nada, ¿A qué te refieres?, ¿Y cómo que soy tuya?, ¿Quién decidió eso? - reclamaste intentando lucir firmé pero sólo lograste verte como una niña haciendo berrinche -

- Yo - respondió risueño para después besarte otra vez -

Mini fics de MJ x TN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora