Mini fics de MJ x TN.

No te dejaré ir.

MJ x TN.

Por fin, luego de tanto tiempo un merecido descanso.

Michael llevaba meses de aquí para haya sin descansar, yendo y viniendo por todos lados ante lo ajetreado de su vida, tantos problemas, mentiras, deudas etc, se sentía asfixiado, aunque claro, nunca lo mostraba, no debía o se lo comerían vivo.

Por ello el mejor remedio para librarse de tanto estrés era un bien y merecido descanso, ¿Y que mejor para aliviar la tristeza que una fiesta?, sin necesidad de que fuera un cumpleaños, graduación o algo por el estilo, sencillamente porque si, tan sólo como diversión, tal como debía ser, sin alcohol, drogas, música escandalosa, vestimentas indecentes ni nada de eso, pura y sana diversión.

La gente de su edad no entendía eso, al menos la mayoría y por eso él prefería celebrar con los niños, ellos eran los únicos expertos en esto, disfrutando los juegos tal como debía ser.

No le importaba sí lo criticaban, disfrutaría de ése día, porque difícilmente tendría otro igual en un largo tiempo, podía ver a los niños jugar alegremente, corriendo por todo el lugar mientras se cuidaban de no ser alcanzados por los "proyectiles" en su improvisada guerra de globos de agua, todo mundo reía  mientras disfrutaban tan bello momento. Michael se escondía detrás de uno de los juegos para evitar ser atacado mientras el resto lanzaba globos a diestra y siniestra, se estaba divirtiendo bastante, había olvidado todo lo malo, volvía a ser feliz, o eso hasta que …

• ¡Michael!, ¡Michael! - escuchó no muy lejos de él, aunque la voz sonaba infantil parecía, ¿Preocupada? -

¿Porqué?, ¿Acaso no todos se estaban divirtiendo?.

• ¡Michael! - esté gritó fue más fuerte, desesperado, haciéndolo voltear hacía él o mejor dicho la causante -

Era una niña, no se veía mayor a 7 u 8 años, tenía piel morena, cabello castaño oscuro, un lunar justo en su frente que curiosamente le pareció adorable, ojos marrón achocolatados, pestañas negras medianas, nariz respingadita, labios gruesos, no era muy alta, quizá 1.40, su asentó la delataba, era latina, aunque no sabría decir de dónde exactamente, le pareció raro verla vestir con ropa oscura, un pantalón de mezclilla azúl, camisa negra algo holgada con un dibujo en medio que no supo reconocer pero que sin duda le pareció interesante, por último traía unas botas negras de tacón pequeño, todos los niños vestían ropas colorida menos ella.

Debía admitir que le asustó ver la carita de preocupación y tristeza de la menor, parecía apuntó de llorar, extrañamente nadie más parecía notarlo, de hecho, él era el único que la estaba viendo, ni siquiera veía a alguien alarmarse o voltear ante los gritos de la niña.

Intrigado y preocupado se acercó hacia ella aún en cuclillas para estar a su altura, quedando a unos centímetros.

• ¿Qué pasa linda? - pregunto con voz dulce, sonriéndole en un intento de animarle mientras la miraba fijamente -

• ¿Te puedo pedir un favor? - musitó ella con timidez, agachando su carita apuntó de llorar -

• Claro linda, ¿Qué quieres pedirme? - cuestionó sin perder la sonrisa, no sabía porque pero verla le hacía sentir raro pero bien a la vez, era difícil explicarlo -

• Cuídate - pidió ella sin más, dejando por fin escapar las lágrimas que sus ojitos habían acumulado -

• ¿He?, ¿Porqué dices eso? - no entendía, ¿Porqué una niña le pediría eso?, ¿Porqué estaba llorando? -

• Por favor - pidió con voz sollozante - yo sé que estás exhausto, se que estás triste y que todo lo que te pasa te está matando, se que no eres feliz, por eso te lo pido, por favor, cuídate mucho.