• Hope O'brien.
Mi turno en la cafetería casi termina; estaba tomando la orden de una pareja y su linda familia. La niña que parece la mayor no sabía que escoger, estaba debatiendo en si coger pastel de chocolate o una hamburguesa con refresco. Estaba harta y me agache al lado de ella.
— Nena, es mejor el pastel de chocolate con un vaso de leche tibia, es muy bueno. — Le dije sonriente. Ella me miró pensativa y después terminó aceptando, regalándome una bella sonrisa. — Bien, un pastel de chocolate con leche tibia para la rubia.
Caminé a la cocina y le pase la orden a Tom, el cocinero. Salí y espere hablando con Jessie, una mujer alta pelirroja, de tez blanca, ojos azules y grandes, labios y nariz perfilado, y buen cuerpo; esa es Jessie, mi mejor amiga.
— Aveces cuando tengo que venir a trabajar me pregunto, ¿Por qué no termine mi carrera de enfermería? Todo sería mejor y más fácil si hubiera terminado y me hubiera convertido en una Cardióloga. — Sonreí a su comentario. — Pero después recuerdo al hombre que está conmigo, ese hombre me hace la vida más feliz cada vez que lo veo.
— ¿Cuanto tiempo dijiste que llevabas con él?
— Recuérdalo por ti misma. — Me miró y sonrió. — ¡Ah cierto! — Chillo emocionada. — Sabes que mi hombre es un sexy empresario... — Rodeé los ojos. — Eso es un si, pues, conocí a otro de sus amigos y te juro que este está más, pero más bueno que los otros 10 que he conocido.
— ¿Para que me cuentas eso?
— El hombre sexy de traje negro está soltero. Eh, eh... — Me codeó con picardía y di las gracias al cielo que me habían llamado para llevar la orden e irme a casa.
Lo hice rápido y me quite el mandil -no llevo más nada que mi teléfono y las llaves de mi casa y auto- me despedí de mis compañeros y salí de la cafetería con Jessie detrás.
— ¿No sigues trabajando? — Pregunté abriendo la puerta del piloto y entrando al auto. Segundo después Jessie estaba en el asiento de mi lado.
— Mi turno había terminado, pero pedí unas horas más hasta que acabarás, tengo que hablarte de aquel hombre. ¡Por todos los cielos! Necesitas a un hombre en tu loca vida.
Encendí el auto y acelere.
— No necesito a un hombre en este momento, estoy bien.
— Por favor Hope, toda mujer necesita activar sus hormonas, alborotar las, tener placer.
— Para eso está el pajeo. — Dije en broma.
— ¿Te tocas?
— ¡No! — Me reí. — Solo lo dije en broma, ni loca me tocaría, prefiero que un hombre lo haga si estoy en necesidad. — Me detuve en un semáforo en rojo.
— O sea que, ¿Si quieres tocarte sales a una discoteca y buscas a algún tipo extraño para que lo haga?
— Ay por favor Jess. — La mire. — No soy capaz de matar una cucaracha, ahora irme a tener sexo como puta cualquiera.
— ¿Te sigo hablando del hombre? Por favor Hope, solo te diré su nombre y tal vez su número de teléfono. Enserio quiero que te veas así de feliz que yo.
— Has lo que quieras. — El semáforo volvió a verde y acelere.
— Su nombre es Dexter, apellido Williams. No se su edad, si me ponía a preguntar seguro Jones se pondría celoso y me haría un escándalo allí mismo.
— Dexter Williams, su nombre es lindo.
— ¡Lindo es el hombre que lo lleva!
— De la manera que le dices “lindo” tiene que ser un hombre súper sexy. — Estacione frente a la casa de Jessie. — Está bien Jess, lo conoceré.
— Gracias Hope, ¿Quieres pasar? — Salió del auto.
— No, estoy cansada. Dormiré un rato.
— Está bien, conduce con cuidado y descansa.
— Te amo perra.
— Y yo a ti.
🙊🙊🙊
Llegue a mi hogar y entre el auto en la marquesina. Esta casa la mandé hacer con el dinero que ahorre, no tengo que pagarla y gracias al cielo que es así. Me cuesta mucho conseguir el dinero para la luz, agua e Internet.
Abrí la puerta de la habitación y me tiré en la cama, donde rápida caí dormida.
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Call Me Maybe.
AdventurePor culpa de su padrastro, Hope fue votada por su madre a la calle donde tuvo que sobrevivir con el morboso recuerdo de su padrastro intentando tocarla y su madre. Después de eso nunca quiso dejar que alguien la volviera a tocar de esa manera hasta...