Chapter eighteen.

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Hope O'brien.

Creo que ya estoy lista, Dexter me había llamado para que tuviera mi maleta lista, que nos iríamos al otro día en la madrugada. Su vuelo aterriza a las 4 y ya son las 3:45 pm. Casi lo vuelvo a tener en mis manos otra vez, pero claro, después de las de Natalia.

Enserio estoy ansiosa de irnos, no quiero compartir a Dexter con nadie, quiero que sea solo mío. Bueno, nuestro.

Toque mi vientre.

— Papi también es tuyo pequeña criatura.

4:32 pm. Y movía mis piernas con ansiedad; ¿Por qué no llega? Ya han pasado 32 minutos.

— ¿Donde estas Dexter?

El sonido del timbre se escuchó en mi habitación y salí corriendo, tratando de no chocar con los muebles de la sala. Al llegar a la puerta la abrí y mi sonrisa desapareció al ver quién estaba allí afuera.

— Hola querida. — Dijo aquel hombre sonriendo.

— ¿Que-que hace aquí? Váyase. — Iba a cerrar la puerta pero él fue más rápido y la empujó ingresando a casa.

— Por favor Hope, esa no es la manera de recibir a tu padrastro.

— No, váyase de aquí. — Él avanzaba hacia mí y yo retrocedía. Miraba disimuladamente hacia algo que se me haga útil para golpearlo.

— Estuviste escondida por mucho tiempo querida. Bueno, yo sabía adónde te metiste desde que saliste de casa. Era como tú acosador.

— ¿Por qué no me deja en paz? ¡¡Ah!! — Caí en el mueble e intente levantarme, pero ya tenía a Miguel sobre mi. — ¡¡Suelteme por favor!!

— Haz silencio preciosa. — Tapó mi boca. — ¿Recuerdas cuando estabas así? ¿Pidiendo que te soltara? — Mi respiración estaba agitada. — Te veías muy linda, pero te ves más linda ahora. Con los pechos más grandes y un trasero envidiable querida. — Al decir esto apretó mi trasero con su otra mano.

Empuje con fuerza y me lo quite de encima, lo primero que se me ocurrió fue tomar un vaso de cristal que había en la mesita, pero el señor me agarró de los tobillos y me tumbo.

— ¡¡¡NO, AYÚDENME POR FAVOR!!!

— ¡¡Suelta la!! — Mire hacia la puerta y allí estaba Dexter. Se acercó a Miguel y entonces lo tomo por la camiseta, levantándolo. — ¿¡Quién eres!?

— Amor ayúdame. — Dijo Miguel hacia mi.

— ¿Amor? — Dexter me miró confundido. — ¿Quién es este viejo Hope?

— Es mi padrastro.

— Estás mintiendo. — Miguel comenzó a reír como un desquiciado y Dexter le dio un puñetazo tirándolo en el mueble. — Ella me buscaba sabiendo que estaba con su madre. — Dijo limpiando un rastro de sangre que salía de su boca.

— ¡¡No, es mentira Dexter!! Tienes que creerme.

— Te creo preciosa. — Volvió a coger a Miguel por el cuello y lo levantó. — ¿Que quieres maldito psicópata?

— Se-será mejor que... Me sueltes Dexter.

Fui por mi teléfono en la habitación y marque a la policía. Después de unos cuantos tonos lo tomaron y les expliqué que estaba pasando; me dijeron que estarian aquí en unos minutos y colgaron.

— Él subía a mi habitación todas las noches e intentaba tocarme, pero al no dejarlo le invento a mi madre que yo iba hacia él cuando ella no se encontraba en casa. Para mí mala suerte ella le creyó y me saco. Tengo 5 años sin verla y ella no ha hecho el intento de buscarme.

— ¿Tiene a otro testigo? — Me dijo la policía.

— Mi hermanastro Drake, él me ayudaba pero no sé dónde está.

— Bien, ¿Que apellido es el chico?

— Drake Collins.

La mujer anoto el nombre en el cuaderno.

— ¿Me puedes decir cómo es?

— Claro, él es un moreno pelinegro, con los ojos marrones y lo identifico con un lunar en medio de... — Me interrumpe.

— ¿Las cejas?

— Si, el mismo.

— Gracias señorita, pronto el señor Miguel Collins estará tras rejas.

— Gracias a ustedes.

— Que tenga un buen día.

Call Me Maybe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora