Chapter two.

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• Hope O'brien.

Era sábado y estaba libre. Salí de mi habitación con un pantalón corto de playa y una blusa de tirantes negra, de calzado mis sandalias marca Nike con medias cortas de la misma marca. Revise la nevera y casi no tenía comida, tome las llaves y mi teléfono y salí para hacer la compra.

En el camino recibí una llamada y sin mirar quién era la tomé.

😜Llamada😜

— ¿Bueno?
— Hola Hope amor. — Es Jessie.
— Hola amor, ¿Que pasa?
— ¿Que haces?
— Voy al súper ahora.
— ¿Podrías venir por mí? Jones no está, hoy lo llamaron en pleno sexo, ¿¡Puedes creerlo!?
— No, no puedo creerlo. Ya pasó por ti.
— Si cariño, no ando con sostén.
— Yo tampoco.
— Que sinvergüenza eres, yo tengo razones para no tener uno, ¿Pero tú?
— Cierra la boca Wilkerson. Te dejo, estoy conduciendo.
— Está bien.

Terminé la llamada ya casi cerca de la casa de Jessie, así que no tarde en hacer sonar mi claxon y después de minutos ella sale vestida igual que yo sonriendo.

— Hola nena, ¿Que tal todo? — Se sube.

— Abróchate el cinturón, se me olvidó decírtelo ayer y hola nena, todo bien.

— Me alegra. Por cierto, ya que estamos libres, puedo decirle a Jones que llame a Dexter para así tener doble cita, ¿Que te parece?

— Bien, no tengo nada que hacer ahora. — Llegamos a nuestro destino. — ¿También vas a comprar algo?

— Si, pero no mucho.

Entramos al súper con las miradas puestas en nosotras; pues claro, solo a nosotras dos se nos ocurre ir casi desnudas, sin sostén al súper donde habrán adolescentes y adultos hormonales mirándonos como las frutas más sabrosas que existen. En realidad no nos importa, no hay regla que diga que ir sin sostén al súper es un delito; aunque nos podemos buscar algún rastreo y acosasión.

Jessie iba con el carrito en su poder y yo tiraba todo lo que necesito.

— Las fresas y los potes de Nutella, por nada del mundo puedes olvidar eso. — Dijo Jess.

— Gracias por recordarlo.

El carrito está casi a su tope, y es que me aprovecho para comprar unas cuantas cosas más cuando Jessie está aquí. Si el dinero no me alcanza le pido prestado, pero a ella si lo pago fácil.

Nos colocamos detrás de un hombre que al parecer quería venir combinado con nosotras, pantalón playero y franela blanca con sandalias sin media; pero a mí parecer por lo que lleva en su carrito, él si irá a la playa.

— Buena elección para ir a la playa. — Dije susurrando, pero él escucho y se dio la vuelta. Que lindo es.

— ¿Que dijo? — Uhmm, sexy voz, ¿Será así de profundo en la cama?

— Nada, solo que vi su carrito y pensé, no pensé, sino que estoy segura que irá a la playa. Entonces dije que un sábado es buena elección para ir a la playa. — Sonreí nerviosa.

“Mierda Jess, ¿Adónde te metiste?”

— Claro, ¿Quieres acompañarnos? Llevo a un amigo.

— Tú propuesta suena tentadora. — Mordí mi labio. — Tú eres tentador.

— Gracias, me siento afortunado viniendo de una chica tan sexy como tú. — Este hombre ya encendió mi lado perverso con tan solo mirarme de arriba abajo sin poder evitar morderse el labio. — Soy Ashton preciosa.

— Hope.

— Nombre raro, pero me gusta.

— Oye, ¿¡Que le pasa con mi amiga eh!? — Jess desapareció de la nada y ahora vuelve armando un escándalo; llamando la atención de casi todos. — ¡¡Pedófilo de mierda, apuesto que tiene 38 años y está enamorando a una chica de 19 años!!

— ¿19?

— No, no, no, en realidad ya... — Jess me interrumpe.

— Si, 19 años. Ahora pague su disparate y largo sino quiere que lo demande.

Ashton solo coloco el carrito en una esquina y salió a pasos rápidos del súper. No me quedo de otra que mirar mal a mi queridísima amiga.

— ¿Es enserio Jessie Wilkerson? Quieres que consiga un novio pero haces que todos los chicos que hablan conmigo se vayan. Si sigues así nunca tendré pareja, porque solo quieres que me consiga a los chicos que traes, ¿Pero qué crees querida amiga? No sólo tu puedes hacer amigos calientes. Ashton está súper bueno y solo me faltaba intercambiar nuestros números así tal vez hubiera pasado algo entre nosotros y ¡¡Bamm!! Hope O'brien tiene pareja y su amiga Jessie Wilkerson no podrá molestarla. — Aquel discurso salió sin pensarlo. Ahora me sentía mal por ella. Deje de sacar las cosas del carrito y miré a Jessie. — Jess yo... — Me interrumpe.

— Está bien, es bueno desahogarse ¿No lo crees? Si hubiera sabido que siempre fui yo la causa de que no tuvieras pareja créeme que me hubiera ido de tu vida para siempre. — Dijo triste y sentía las inmensas ganas de irme de allí y llorar desconsoladamente. — Aquí tienes. — Tomo mi mano y dejó dinero sobre ella, después salió del súper trotando -casi corriendo- iba a ir tras ella, pero no puedo dejar todo en la caja.

Call Me Maybe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora