Call Me Maybe.

Chapter seventeen.

• Hope O'brien.

Dexter me subió el vestido cuando ya tenía el boxer abajo y entro en mi de una estocada sacándome un gemido. Lo abrazaba mientras que él me penetraba sobre el lavamanos del baño.

Eran más de las 12 de la noche y aún estábamos disfrutando de la fiesta, mientras que los novios ya habían cogido vuelo para su luna de miel.

Dexter y yo habíamos bebido demás y nos decidimos por irnos a coger en el baño. Ya estábamos a punto de venirnos y entonces él se movió más rápido; así llevarnos al clímax y dejar todo nuestro fluido dentro.

Salió de mi y se acomodó la ropa.

- ¿Ya es todo? - Pregunté excitada.

- Hace casi una hora salimos, no quiero levantar sospechas preciosa.

- Pero quiero más Dexter, solo un poco más. - Abrí mis piernas levantando el vestido para que viera hacia mi intimidad húmeda.

- Nena, no hagas eso. - Dijo intentando controlarse.

- Vamos Dexter. - Empecé a tocarme y mis gemidos se hicieron presente. - ¡¡Ah, ahmm Dexter ven!!

- Mierda. - Siseó; quitó mi mano de mi intimidad y metió dos dedos en mi.

- Dios... - Mordí mis labio con fuerza, Dexter movía sus dedos rápidos. Mientras lo hacía no dejaba de mirarme y yo tampoco. - Usa tu lengua amor, por favor.

- No Hope, alguien querrá usar el baño. Vamos. - Saco sus dedos cuando ya sentía que me vendría otra vez.

- Casi me venía otra vez Dexter, no sabes lo mal que se siente.

- Ponte la braga.

- Si no lo haces tú saldré así. Quizás otro me haga venirme. - Baje del lavado y caminé hacia la puerta. Dexter me tomo del codo y me volteo pegándome a su pecho.

- Solo yo te haré el amor, nadie más. - Susurro en mi oído. - Ahora te pondré la braga, vamos.

- Si Daddy.

Dexter se agachó y pase los pies por los agujeros de la braga, después la subió mientras acariciaba mis piernas. Terminó de ponerme las y se puso de pie.

- Me encanta que me digas Daddy. - Mordió mi labio. - ¿Y que te gusta que te haga tu Daddy?

- Me encanta que me haga suya.

- Y a Daddy le encanta que te dejes.

...

— Creo que deberías de ir al hospital Hope, no es normal que la comida te de náuseas y ganas de vomitar. — Dijo Amelia -la amiga hasta que Jessie vuelva- — Lo siento por decir esto pero creo que estás embarazada.

— No Amelia, claro que no. — Mordí mis uñas. — Solo estoy enferma.

— ¿Y los antojos son parte de tu "enfermedad"? — Hizo comilla.

— Si.

Les contaré mi situación... Ya ha pasado una semana después de la escena del baño con Dexter, se supone que deberíamos de estar en Canadá pero resultó que tuvo que hacer un viaje el día después de la boda. En esa semana he tenido náuseas, vómitos, antojos, cansancio y picazón en el cuello. Dexter dice que puede ser que estoy enferma y le doy la razón, no quiero pensar que sea un embarazo.

— Iré por esa prueba.

— No Amelia, no vayas. Me comeré eso.

— No, primero quiero que olfateas. — Me puso el plato frente a la cara.

— No haré eso.

— Vamos hazlo.

Obedecí a Amelia.

— Es... Uhmm. — Tape mi boca. — ¿Que...? Uhmm.

— ¡Ve al baño corre!

Me levanté de la cama y corrí al baño; no me dio tiempo levantar la tapa así que tuve que vomitar en el lavamanos; que asco. Sentí el agarre en mi cabello y miré a Amelia.

— Ve por esa prueba.

…

7:00 pm. A esta hora me di cuenta de que estaba equivocada y que Amelia tenía razón. Un bebé venía en camino. Tenía una mezcla de emociones; entre esas el miedo. ¿Y si Dexter no lo acepta? ¿Como podré mantener a este bebé?

Mi teléfono suena a un lado mío y lo tomo.

Llamada.

— ¿Bueno?
— Hola preciosa. — Era Dexter.
— Hola Daddy, no sabes cuánto te extraño.
— Y yo a ti preciosa. — Escuché un suspiro de su parte.
— ¿Estás bien?
— Con tan solo escucharte lo estoy.
— Yo también amor.
— Mañana mi vuelo estará en Mesolan a las 4.
— Por fin vienes.
— Serás la primera en verme. Le dije a mis padres que pasare primero a la oficina y que después voy con ellos.
— Soy tu primera opción.
— Siempre fuiste la primera.
— Daddy, te tengo una sorpresa.
— ¿Sorpresa?
— Si, y no intentes seducirme o persuadirme para que te lo diga, te conozco.
— Está bien, está bien. Amor te tengo que dejar, nos vemos mañana. Te amo.
— Yo también.
— ¿Tú que? Quiero escucharte.
— También te amo.
— Nos vemos preciosa.