Chapter twelve.

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• Hope O'brien.

1:12 pm. Hace una hora renuncie a mi trabajo, Pablo me dijo que me extrañaría mucho verme todos los días con cara de: “Si te me acercas te mato” ¿En realidad me veía así cada vez que llegaba a trabajar? No lo creo. Fui a la oficina de mi jefe para retirarme y me dejó un cheque de 10.000 dólares.

Es mucho dinero, pero lo usaré para tal vez hacer una casa a las afuera de Topia -provincia de Mesolan- y estar cerca del mar.

Cuando llegue a casa lo primero que hice fue mirar el cheque y gritar con emoción hasta tirarme a la cama y caer dormida.

Al momento de levantarme eran las 3:56. ¡¡Mierda se me hace tarde, demasiado tarde!! ¡¡Y ni siquiera se que me pondré, esto es un desastre!! Entre corriendo al baño mientras me quitaba las prendas y cuando salí de la ducha ya eran las 4:08, pero no recibí ninguna llamada de Dexter así que no creo que venga temprano.

Con paciencia seque mi cuerpo, lo hidrate con la crema de Durazno con vainilla, me puse ropa interior y busque lo que me pondría, hasta que lo encontré. Un vestido negro pegado con dos rayas blancas en ambos costados, una camiseta de jean, converse blanca y una pequeña mochilita. Compre ese conjunto junto a una cámara, pero no creo que... Si, la llevaré.

Ya estaba cambiada, solo esperaba su llamada mientras cepillaba mi cabello ondulado

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Ya estaba cambiada, solo esperaba su llamada mientras cepillaba mi cabello ondulado. Y como si la estuviera invocando mi teléfono sonó.

Llamada.

— ¿Bueno?
— Preciosa, estoy afuera.
— Salgo ahora.
— Te espero.

Preciosa. Suena tan sexy saliendo de su boca.

Tome las llaves y guarde mi teléfono en la mochila; al abrir la puerta me quedé con la mirada sobre Dexter, juraba que la baba corría por mi boca. Verlo recostado de su fabuloso auto y con esos jeans ajustados a sus fuertes piernas me hicieron pecar con la mente.

 Verlo recostado de su fabuloso auto y con esos jeans ajustados a sus fuertes piernas me hicieron pecar con la mente

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— Dios ayúdame a no cometer pecado, amén

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— Dios ayúdame a no cometer pecado, amén. — Salí de la casa cerrando la puerta con seguro detrás de mí.

Al momento de acercarme a Dexter, no perdió el tiempo y me atrajo hacia él para besarme como el solo sabe hacerlo.

— Eres hermosa Hope. — Dijo al separarse.

— Gracias.

— ¿Vamos?

— Dexter, tengo algo que... Oh vaya. — Me interrumpí cuando vi como la puerta del auto se elevó. — Este auto es increíble.

— Fue un regalo de mis 18.

— Lindo regalo. — Me subí y él cierra la puerta. Mire el auto por dentro era incluso más lindo y sus asientos son fríos, suaves y cómodos.

— ¿Aceptas ser mi secretaria? Ponte el cinturón.

— Ah sí, de eso quería hablarte. — Me coloque el cinturón y lo mire. — Renuncie a mi trabajo y si quiero trabajar contigo.

Se acercó y dejó un casto beso en mis labios.

— Gracias preciosa.

La cita con Dexter fue divertida y alocada. Fuimos a una montaña y allí él grito hacia la ciudad: “¡¡Amo pasar tiempo con Hope!!” y después de eso me hizo gritar un alago hacia él y solo se me ocurrió: “¡¡Nunca conocí a alguien tan sexy como Dexter Williams!!” a lo que ambos reímos.

También allí fue donde me tiré sobre él, envolví mis piernas en su cintura y nos besamos hasta más no poder y también... Me le confesé.

Pero no pensé que me diría...

— Lo siento Hope pero, no puedo corresponderte.

— N-no debí de confesarme Jess, ahora me siento como una tonta. — Dije acurrucada en los brazos de mi amiga, y mis lágrimas salían como cascadas, Jessie me las secaba pero al segundo ya estaba igual.

— Tranquila cielo, todo va a estar bien.

— ¡No! — Me levanté y comencé a caminar de un lado a otro mientras hablaba rápido. — Nada estará bien, llevamos casi 2 meses conociéndonos, siempre estaba pendiente a mi, hasta me... — Me paré en seco tocando mis labios pensando en todos los besos que me había robado y yo se los correspondía. — El me besaba con tanto cariño.

— ¿Que vas hacer ahora?

— No lo sé.

Call Me Maybe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora