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Capítulo cuarenta y uno.

Rebusqué con prisa entre las ropas de mi armario. Quedaba poco tiempo para que Sergio viniera a buscarme y como siempre lo dejé para el final. Me maldecía constantemente mientras urgaba las camisas.

Muchas flores. Veraniega. Muy gruesa.

Abandonando mi misión de lucir presentable, recurrí a mis inseparables sudaderas. Esta vez, con facilidad, me decanté por una.

Justo cuando acabé de atar el cordón de mis zapatillas el timbre sonó. Tragué saliva duramente y bajé rápido las escaleras para no hacerlo esperar.

¿Qué debía decir? ¿Tenía que saludarlo con un beso o con un "hola amor"? ¿Enserio me estaba preocupando por eso?

El que supuse que era Sergio volvió a timbrar, sacándome de mi insegura mente.

-Hola, a...- mor, Sergio juntó sus labios a los míos, salvándome del vergonzoso saludo.

-Hola- esbozó una completa sonrisa, que sacó sus dientes a relucir. ¿Por qué le quedaba tan bien?

-Pasa si quieres, solo tengo que coger una cazadora- le invité a pasar y aún ensimismada con cómo lucía, subí de nuevo a la habitación.

En parte iba a coger la cazadora. En la otra, avisé a Adam de que ya saldríamos para allá.

Terminé de teclear el mensaje y levanté mi vista del móvil. Vi a Sergio jugando con Leika, justo cuando sentí mi corazón estrujar.

Él era estupendo. Puede que no siempre, pero estaba dispuesto a dar todo lo que tenía. En cambio yo... Era yo, tal vez ese era el problema.

-¿Ya estás?- se levantó del suelo y su cabellera se irguió unos centímetros sobre mí.

-Sí, claro, vamos-hablé nerviosa y cerré la puerta de casa, no sin antes advertir con la mirada la del perro, que parecía compadecerse de mí.

Al girarme hacia la calle, él agarró mi mano y comenzó a caminar con ellas entrelazadas.

WoW.

¿Qué intentaba? Eso iba mucho más allá de los límites de la relación fingida. Por un momento se me olvidó que todo era una obra de teatro y nada era real. Ni siquiera el brillo de sus ojos al verme.

Intenté carraspear la garganta pero solo salió un alarido flojo.

-Te ves adorable cuando no sabes que hacer-. Debí tomarme eso como un cumplido pero lo dejé pasar.

¿Adorable? Era horrible no tener nada bajo control, ni siquiera mis sentimientos sobre él, que si bien avanzaban con el tiempo, retrocedía mi estado mental.

Me volví más insegura, pues no pensaba que estaba a su altura y cada vez que él estaba a mi alrededor me sentía inútil, incapaz de controlar mi propio cuerpo o mente.

Solté un suspiro frustrado e intenté dejarlo ir. Sonreí de vuelta y hablé algo coherente desde mucho tiempo.

-Hoy lo pasaremos bien-

Con un arrebato de valentía apretujé su mano y le dirigí hacia donde todo estaba planeado.

***

-Yo un café normal, ¿Y tú?- Sergio estaba pidiendo mientras yo rebuscada en cada rincón en busca del pizzero. ¿Dónde se había metido?

-Hum... Lo mismo- sonreí en un acto de cortesía. ¿Qué? Ni siquiera me gustaba el café.

Con maña, ocupamos unas de las pocas mesas libres y nos sentamos en ella, esperando que llegaran las bebidas.

Movía mi pie nerviosamente y rezaba por qué viniera rápido, si no, no sé qué otra oportunidad tendría. A su vez mordía el interior de mi mejilla.

Mi cita posó su mirada en mí durante un largo rato en el que me sentí indefensa. Juro que pensé que podría escuchar mis propios pensamientos si se lo propusiera. Un poco insegura respecto con qué debería hacer, habló él primero.

-¿Seguro que quieres café? Te pondrá más hiperactiva aún-me hizo soltar una risa agradable, que acompañó a la suya durante algunos segundos.

-Simplemente estoy nerviosa, es eso- traté de tranquilizarlo con otra sonrisa, pero no me esperaba para nada su respuesta.

-No tienes por qué- bebió de su vaso cuando nos lo trajo- seguimos siendo amigos, esto es solo una experiencia más.

Auch. Lo peor era que tenía razón, ¿Pero, desde cuando los amigos se quieren, o al menos, a un amigo le gusta el otro?

Asentí con la cabeza y me encargué de que no se oyese mi corazón resquebrajarse. Para mi suerte, Adam y Sara ya habían llegado y, tal como lo habíamos planeado, se sentaron unas mesas más cerca.

Conecté miradas con Adam y él me la mantuvo, elevando una ceja. Le sonreí levemente a modo de respuesta y empezamos el plan.

Sabía que saldría dañada, ¿Aunque, de que sirve el amor si no es correspondido?


⚔⚔⚔

Wenass!! 🐙❤

Qué capítulo más intenso, lol. Quería hacer énfasis en los sentimientos y pequeños detalles y espero haberlo logrado :)

Por otra parte...

⚠NECESITO DE VUESTRA AYUDA⚠

Para hacer la novela más real, quiero introduciros a alguno de vosotros en ella, como hace mucho prometí. Si estáis interesados en aparecer, házmelo saber en este apartado con un comentario y me encargaré de ello.

También...¡GRACIAS POR TODAS LAS VISITAS Y VOTOS! Os amo muuuchooo❤❤🐙

Mi Más Bonita Casualidad || ShooterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora