Él cometió un error inesperado, digno de arrepentimiento, sin pensarlo y sin importarle los sentimientos de ella y lo mucho que podía herirla, se enredo en aquel látigo que tarde o temprano le causaría heridas.
Ella jamás imaginó una traición de par...
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Es un complejo de cobarde, no se merece ni el más mínimo perdón ni lástima. Un sinvergüenza que no sabe cómo afrontar la situación de su supuesto matrimonio pero si que sabía cómo enfrentar a cualquier villano.
—Eres un malnacido son— rompió aquella carta en mil pedazos.
Mientras tanto en la oscuridad de aquella noche aquel hombre de traje negro dejo aquella rosa roja en la ventana entreabierta de aquella dama que lloraba por una desconocida razón.
—Hasta pareciera que a son le encanta hacerte sufrir— Dejo la rosa con una pequeña nota y se alejo de allí para descansar. —Ojala no estés tan ciega—
Mientras tanto en el planeta sadala el día había llegado, Goku se despertó como de costumbre y fue a esperar el desayuno de su ahora nueva mujer, por fin se sentía libre y sin un peso encima.
—caulifla hoy visitaré a mis hijos ¿No te molesta verdad?—
—Por supuesto que no— le sirvió demasiados platós. —Me llevarás ¿verdad?— sonrió tiernamente.
—No creo que sea buena idea, a mis hijos puede incomodarle—
—entonces ve tú solo, no sea que haya problemas—
—Si mejor—
En ese preciso momento kale entro a la cocina.
—Si no querías problemas, no te habrías metido con él — tomo una manzana y se la llevó a la boca —permiso— se alejo de allí dejando a caulifla como una zorra.
—Caulifla tranquila, no le hagas caso— la beso y se fue de allí.
Mientras tanto en el planeta Tierra aquella distinguida mujer de qipao y un chongo abrió la ventana de su habitación ya lista para comenzar el día.
—¿Una rosa?— la tomo y olió aquel polen fresco del amanecer —"Espero te guste"— sonrió por el detalle —Espero que no sean de parte del imbécil de goku—
En ese momento su pequeño hijo entro por la puerta dando el aviso de que su padre estaba en casa.
—¿Que Goku está aquí?— tomo la rosa en sus manos e iba a bajar —Pues ve a saludarlo, él viene a verlos a ti y a tu hermano—
Goten se alejo de allí, y pasaron los minutos en los que Goku convivía con sus hijos y nieta, por lógica ella no estaba dispuesta a bajar, pero entonces aquella hermosa flor comenzo a perder vida y comprendió que necesitaba de agua.
—Tendras que bajar Milk, pero... ignoralo— suspiro y bajo de su habitación encontrándose con su ex esposo.
—¡Hola milk!— saludo como si nada.
"Insolente" pensó ella ignorando su saludo, entonces llevo la rosa al lavado dónde tomo un jarrón y lo lleno de agua depositando la rosa allí para después subir a su habitación nuevamente.
