Capítulo 15

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Ed no le dio la respuesta en ese momento, esperó estar en un lugar seguro... como si la casa de Will lo fuera. Pero en cuanto llegaron a ese lugar, fue llevado a una habitación.

— Ninguna de las tres — se removió — No soy una prostituta a la cual tengas que pedirle a través de un trato que se acueste contigo.

— No tienes opción, precioso — lo soltó —Disfruta de la habitación y piensa en lo que hablamos. Es hacer lo que te pido o no trabajas, de todas formas tendré lo que quiero y algo más.

— No — dijo, firme — Ya no soy y el mismo niño al que manejabas a tu uso y antojo en la escuela, al que le hacías todas esas porquerías y no podía negarse a nada que no fuera la comida que me dabas — lo encaró — Tu sigues siendo el mismo idiota al que todos quieren cerca para tener una posición social y ahora que tienes el me haces la vida de cuadros.

— Edward...

— Edward nada — lo empujó — No puedes venir después de todo a darme ordenes como si fuese un títere, las. Cosas cambiaron, ¿Me quieres de regreso? Pues me tendrás con mis reglas también.

— ¿Reglas? ¿Acaso crees que voy a seguirlas?

— Tampoco tienes opción — dijo, con superioridad — Tienes tus reglas, yo tengo las mías y todos estamos felices y contentos, amor.

— Estás buscando la forma de hacerme enojar de una forma...

— Que acabarás por matarme, si claro — arqueó una ceja — Primera regla, mañana nos iremos de aquí, estaré en mi graduación, trabajaré donde desee sin tener toque de queda.

— No estás en posición de dar órdenes y menos después de lo que hiciste — dijo, neutro — Por ti casi me matan...

— ¿Y por qué razón sucedió? — Le dio otro empujón — Eres demasiado egoísta para darte cuenta de que no deseo estar jamás contigo — su respiración se volvió errática — Me hiciste firmar un papel de matrimonio sin importar lo que quiera, siempre es lo que quieres, todo se trata de ti, ¿Alguna vez te preguntaste si deseaba algo a cambio? — William se quedó en silencio — ¿Te preguntaste si deseaba tener intimidad contigo cuando estábamos en escuela? —Siguió sin responder — No tienes una respuesta a eso, por el simple hecho de que eres el tipo de persona que piensa en su beneficio.

— Edward...

— Nada — respiró, hondo — Haré lo que quieras. Total, siempre es lo que impongas.

Sin más salió de esa habitación, dejándolo solo.

En otro lado, Kaleb tenía una de sus manos en sosteniendo su rostro ladeado, mientras observaba a Mike moverse en la cocina con maestría. Estaba realmente embobado mientras lo veía de un lado a otro. Era tan hermoso que se le hizo agua la boca.

— Te sacaré los ojos con éste tenedor sino dejas de mirarme el trasero — murmuró, sin verlo — Sólo deseo que te recuperes pronto porque creo que terminaré matándote.

— Siempre vives deseándome la muerte, amor — tuvo que morder su labio para no reír, cuando Mike exhaló — Es que tienes un trasero...

— Deja de estar hablando de esa manera de mi trasero — clavó el cuchillo en la mesa — Si vuelves a decirme una cosa así, tendremos serio problemas y créeme que soy capaz de muchas cosas en éste momento.

— No serias capaz de matarme — se burló — Siempre has tenido una debilidad por mi...

— ¿Quieres apostar? — Colocó el cuchillo en su cuello — Ahora que estás medio lisiado puedo hacer muchas cosas.

My Precious  {gay} {m-Preg}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora