Querida Traidora [Draco Malfoy]

64.

Draco:

Han pasado dos meses desde la última vez que te escribí. Sé que al parecer no has tenido inconvenientes, así que asumo que lo que pasa es otra cosa. Algo que tiene que ver con nosotros, con lo nuestro. Creo que tú ya no quieres lo mismo.

Sé que has estado evitando hablar conmigo, contestar mis cartas y eso me duele en profundo, el hecho de que me ignores duele más que el hecho que rompas conmigo.

Sabes, tarde o temprano sabía que esto sucedería, que esto no dudaría, la verdad es que tú no eres del perfil de un chico que tenga una relación a la distancia, más bien dicho, tú no eres el perfil del chico que quiera una relación. No te culpo, no es tu culpa, solamente me hubiera gustado que me lo dijeras en vez de preferir el silencio.

Yo te quería Draco, más bien dicho te quiero, no será fácil dejarte atrás ¿pero porqué habrías de querer estar con alguien que está tan lejos de ti? Tampoco debes tener cabeza en estos momentos para pensar en otra cosa que no sea lo que sucede en el país.

Así que te dejo libre, te dejo libre para que seas feliz, para que te cuides y para que vivas lo que tengas que vivir. Siempre recordaré lo que sucedió entre nosotros, lo atesoraré y lo más probable es que lo recordaré siempre.

Te quiero y cuidate, cuidate de todo lo malo que traerá la guerra.

Se despide.

Marla.

El rubio sostenía la carta en sus manos, lloraba. Sí, aunque nadie lo creyera, lloraba. Su corazón estaba destruído por el hecho de haberla alejado de él sin darle siquiera una explicación. Porque eso era lo mejor para ella en ese momento, que no supiera nada de todo lo que había hecho ese año, de todas las atrocidades que había tenido que hacer bajo el mandato del señor tenebroso, incluso llevar la marca tenebrosa.

Si había decidido dejarle de hablar, era porque lo que ahora tenía que hacer era demasiado arriesgado, demasiado suicida y demasiado horrible. Ella jamás se lo perdonaría, solamente le había ahorrado tiempo, ya que ella al enterarse de que él era un mortífago le dejaría de inmediato, estaba seguro de que sentiría un rechazo que no le permitiría ni acercarse.

Dió un suspiro doloroso, abrió el lavabo y sintió tras de él una voz que le irritó. 

— Sé lo que haces Malfoy.

Él se volvió y vió a Harry, cosa que le enfureció de sobremanera. En ese momento toda la rabia que Harry llevaba hacia Draco se esfumó, pudo ver el dolor en sus ojos, que estaban enrojecidos por el llanto. Observó que guardó un pergamino en el bolsillo de su camisa, estaba seguro esa carta de era de Marla.

— ¡Sal de aquí Potter! — gruñó Draco y con su varita le lanzó un hechizo, hechizo que Harry esquivó.

— ¿Por qué lo haces Malfoy? ¿Por qué estás haciéndole esto a ella? ¡Por supuesto! No sabe nada de esto.

— ¡Esto no es asunto tuyo, cara rajada! ¡Dejame en paz! — gritó sollozando, mientras le lanzaba otro hechizo, poco a poco los grifos del baño fueron rompiéndose.

— ¡No sabes qué hacer! ¿Cierto? ¡No sabes cómo mantenerla alejada! — dijo Harry descubriendole — ¡Tienes la mierda al cuello! ¡Sé lo que eres!

— ¡Tú no sabes nada de mí! ¡No sabes nada de nadie que no seas tú! ¡Sólo te importa tú, tú maldita historia y ser el héroe! ¡Deberías haber muerto igual que tus asquerosos padres! — gritó Draco lleno de dolor, era el dolor que sentía por terminar con Marla lo que le estana habiendo hablar.

— ¡Sectumsempra! — conjuró Harry, y el hechizo llegó hasta Draco.

Este cayó al suelo, agónico por el dolor, era como si miles de hojillas cortaran su cuerpo, la sangre brotaba por los cortes que aparecían en su cuerpo. Lloró, no por tristeza, no por el dolor.

— Marla. — susurró. Si este iba a ser su último día pensaría en ella, ese sería su último pensamiento y sería la última palabra que saliera de sus labios. Tocó la carta que estaba en el bolsillo, esta ya estaba teñida de sangre, y suspiró. Quizás Harry le había liberado de un destino atroz, pero le había arrebatado la posibilidad de volver a verla a ella.

Otro motivo para odiarle.

Empezó a quedarse inconscientemente.

— Marla. — volvió a murmurar.