Querida Traidora [Draco Malfoy]

66.

Marlie:

No te había escrito, ya que en verdad  no sabía cómo describir lo que te contaré a continuación. Sabes que jamás he querido causarte mal y menos que tú sufras, sea por el motivo que sea. Pensé en un momento en no contarte nada, que te enteraras por otras personas, pero yo prometí que te lo contaría todo, que sería siempre tu amigo y comprendo mis palabras, eso implica lealtad.

Sí, en efecto. Dumbledore está muerto.

La escuela es un caos, la marca tenebrosa fue conjurada inmediatamente luego de que él cayera por la torre de astronomía luego de haber recibido la maldición asesina por parte de Severus Snape, sí Snape está del lado de Voldemort  es un mortífago que traicionó a Dumbledore.

Un mortífago, al igual que Draco.

Siento ser yo quien te diga esto, de verdad que lo lamento, pero es la verdad. Draco Malfoy es un mortífago y fue él quien dejó entrar al resto del grupo dentro de Hogwarts. Lo consiguió mediante un pasadizo que fue formando por dos armarios evanescentes, uno estaba en la sala de menesteres y el otro en Borgin y Burke. Él dejó que entraran los mortífagos en la escuela. Su misión era matar a Dumbledore, más no consiguió hacerlo.

Primero el collar con que hechizaron a Katie Bell, era para Albus, el agua miel con que se envenenó a Ron por accidente era para Dumbledore. Desde un principio fue así, por eso que estaba diferente y distante, tiene la marca tenebrosa tatuada en el brazo, es uno de ellos.

Lo siento, en serio que sí. Tampoco sé donde está ahora. Huyó junto al resto de los seguidores del señor tenebroso. Antes que llegara el resto de los aurores.  El colegio está bajo el control del ministerio, el año escolar acabó de inmediato, en medio de toda esta incertidumbre.

Mi abuela me ha permitido viajar a verte durante unos días, ahora entiende que es más seguro que esté allá que aquí en medio del caos. Por lo que te enviaré un mensaje cuando mi llegada esté próxima.

Te quiero y doy gracias que no estuvieses aquí.

Con cariño

Neville.

P. d. Usa un encantamiento para esconder tu ave y tus escritos  ahora todo está siendo registrado sólo es un recordatorio, sé que desde antes lo hacías.

Marla estaba paralizada con la carta entre sus manos, totalmente en estado de shock. Los ojos comenzaron a llenársele de lágrimas. Ahora lo entendía todo, por eso él había desaparecido, por eso no hizo nada por explicarle, él era uno de ellos.

El llanto salió de su interior con fuerza, ahora sí era definitivo.

Lo había perdido, ahora era un hecho concreto.

— Draco. — sollozó.

Y así estuvo tendida en su cama, donde hubo leído la carta, unas diez veces para poder creer lo que leían sus ojos. Llorando hasta quedarse dormida.

Era difícil, el sentimiento por él seguía intacto a pesar de esta situación.

A pesar de que él fuera un mortífago.