-Ya sin rodeos weón...¿Qué te traes con el ruso?
México y Rusia, dos países bastante reconocidos en todo el mundo, dos naciones totalmente diferentes ante cualquiera al que se le preguntara, y sin embargo, dos amigos que sienten algo el uno por el o...
Para los que no les quedó claro o se quedaron con la duda, si, el cap. anterior sólo fue un recuerdo, por eso la estrella al inicio y la mención de la primera vez de Rusia en casa de México.
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Ocho meses...
Pasaron ocho meses desde que todo aquello ocurrió.
Ocho meses que habían transcurrido con lentitud para muchos mientras que para otros habían pasado casi volando, ocho meses llenos de altos y bajos para varios países, ocho meses que hablando específicamente de dos countrys habían resultado dolorosamente normales.
Porque, si bien al principio habían sido difíciles y deprimentes, con el pasar del tiempo habían empezado a mejorar poco a poco, casi al grado de que aquella grave herida sanara en su totalidad. Casi.
Y es que quizá eso era lo mejor para los dos, quizá era mejor resignarse a aceptar la realidad en vez de seguir tratando de negarla inútilmente, porque si en algo ambos estaban de acuerdo era que mientras más pronto lo aceptaran más pronto lo superarían, y por lo tanto más pronto volverían a vivir sus vidas de manera normal.
Algo que...al parecer llevaban a cabo bastante bien hasta ahora...
Por parte de México, poco a poco su mirada iba volviendo a ser la misma brillante de siempre, su sonrisa comenzaba a notarse menos forzada y más honesta, su carácter tan alegre y extrovertido volvía a él y llenaba a todos de felicidad con tan solo verle. Había arreglado las cosas con Colombia y el resto de sus hermanos, algo que tranquilizó a todos al volver a ser tan unidos igual que antes, como si nada hubiera pasado.
De igual manera había estado saliendo más con Canadá, no de forma romántica claro, pero si se había fortalecido su amistad, lo mismo con USA, ya no era raro verles por ahí a los tres pasando el rato, aquél suceso les había vuelto a unir como antes, y mientras más y más amores, crushes y parejas surgían entre las naciones, México...
...México sólo disfrutaba de su soltería.
Por su parte, Rusia volvió a ser el mismo país serio de antes, aquél al cual era extraño verle sonreír y casi nunca se hallaba acompañado por ningún otro que no fueran sus amigos más cercanos. Volvió a cerrarse con la gente, quizá sólo un poco pero el cambio era evidente, todos a su alrededor lo notaron, puesto que mientras el eslavo estuvo con el latino solía mostrarse un poco más abierto y expresivo, algo que ahora ya no veían más.
Pero aunque lo pareciera, no, no era infeliz.
De hecho ahora tanto el ruso como el mexicano tenían un poco más de tiempo para dirigir a sus naciones, o bien, reunirse con sus amigos o hermanos para convivir. Algo que por lo menos Rusia no hacía desde hace mucho tiempo.
Y no podían negarlo, se echaban de menos, en ocasiones se les ocurría llamar al otro por lo menos para hablar y aclarar la situación, sin embargo, siempre terminaban desechando la idea al no saber como reaccionaría o que pensaría el otro, después de todo ya no tenía caso hablar de algo que había ocurrido hace más de medio año...
