-Ya sin rodeos weón...¿Qué te traes con el ruso?
México y Rusia, dos países bastante reconocidos en todo el mundo, dos naciones totalmente diferentes ante cualquiera al que se le preguntara, y sin embargo, dos amigos que sienten algo el uno por el o...
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Sus párpados se abrieron con naturalidad, siendo invadidos por la suave luz que entraba por la ventana e inundaba toda la habitación, soltó un bostezo, un bostezo largo y profundo que dio a entender que realmente había tenido un gran sueño, ¡Oh! Hacía días que no descansaba así.
Se sentó sobre la cama tallandose los ojos, posteriormente miró a la nada sin pensar en alguna cosa realmente, solamente disfrutando de aquel tranquilo silencio que le rodeaba. Pasó sus manos sobre la suave tela de la colcha de la cama y sonrió para sí, ojalá pudiera tener esa sensación todos los días.
Volvió su mirada hacia su costado derecho, encontrándose así con su teléfono aún conectado a la corriente eléctrica y una pequeña nota junto a este. Estiró su brazo con curiosidad y la tomó cuidando de no maltratar el papel, la leyó.
¡Buenos días mi Chikistrikis! Espero que hayas dormido bien.
Namas te aviso que me tuve que salir re temprano con el Peje y pus al chile tengo un buen de sueño sksvhsjs xd
No voy a poder desayunar contigo, perdona miamor, pero espero poder regresar temprano :(
Si necesitas algo mientras no estoy mandale un mensajito a CDMX, aquí te dejó su tel:
—Inserte el número celular xd—
Te dejé unos tamalitos en el micro pa' que desayunes, ya sé que te gustan y te hice unos
Siéntete libre de ir a donde quieras, tas en tu casa
Te veo al rato, ya sabes que te quiero un chingo
-Mex.
Rusia terminó de leer la nota y esbozó una pequeña sonrisa. Dejó el papel en el lugar de inicio y se sentó a la orilla de la cama, poniendose con los pies una pantuflas especiales para cuando no se encontrara en casa, no quería insultar a México de algún modo.
Se levantó y se dispuso a tender el lugar en el que había dormido, acomodando la colcha y sábana que le cubría, una vez hecho esto tomó sus toallas y salió rumbo al baño dispuesto a darse una ducha, oh sí, ya conocía algunos lugares de la casa del mexicano.
[...]
Salió de la habitación nuevamente, aún acomodandose sus ropas que recién se había puesto. Bajó las escaleras tranquilamente y caminó hasta el comedor, encontrándose con una gran mesa tallada a base de madera de un árbol, esta presumía hermosos detalles por toda su superficie, formando una figura de alguno de los dioses prehispánicos mexicanos, no lo reconocía...¿Quetzalcoatl? Quizá Tlaloc...
