Emma’s Pov
Estaba en casa una hora después de caminar por el centro comercial. Me habia detenido, por tercera vez ese día, en aquel local de tatuajes. Necesitaba un símbolo, unas letras, algo para marcarlo en mi piel, sin embargo, no tenía nada, y el miedo de que aquella aguja perforara mi piel nunca se iba.
Estaba en casa, tomando una taza de café mientras veía a la gente correr de la lluvia desde mi balcón. A veces me parecía algo absurdo. Ellos mencionaban amar la lluvia, pero corrían de ella como si fuese acido.
Algo llamo mi atención. Una pareja, bajo un poste de luz ya prendido por la hora, discutiendo no tan pacíficamente. El cabello de la chica chorreaba agua a más no poder, y el del chico caía en sus ojos. Las lágrimas de ella no se notaban a causa de la lluvia, pero las veía, yo y el chico parado frente a ella.
De repente ella se desvaneció en sus brazos. En un abrazo que tal vez ninguno jamás olvide. El la sostenía fuerte, asegurándole que nunca la dejaría ir. Y ella escondía su rostro en su pecho, olvidando todo lo que había pasado.
Mi móvil vibro en mi bolsillo cuando limpie una lágrima que bajaba por mi mejilla. El nombre que aparecía en el provoco una sonrisa en mis labios.
-Hola.-conteste.
-Hola cariño. Está lloviendo como los mil demonios, y supongo que estas bebiendo una taza de café.-dijo Niall al otro lado de la línea.
Sonreí y regrese mi vista a la taza que ahora contenía mitad de café. El me conocía demasiado bien.
-Pues, es una actividad que no ha pasado de mis costumbres. ¿Y tú? Supongo que estás escuchando música clásica.-
-Pues se equivoca señorita Williams. Estoy caminando directo a su casa para robarle aquella caliente taza de café. Llego en cinco.-Y después de que no respondí nada, resonó su risa en mi oído y colgó.
Me levante de mi silla y abandone el balcón. No sin antes dar una rápida mirada a aquel poste que había presenciado un acontecimiento de amor. Pero los personajes de la historia se habían ido.
Baje a la cocina y prendí la cafetera. Seguro Niall no bromeaba acerca del café. Me apoye en el mesón en forma de L y espere a escuchar los golpes en la puerta.
Niall era, por mucho, mi mejor amigo. Más bien, el único. Nos conocíamos desde que teníamos cinco años. El es la persona en la que confío ciegamente. Era como mi hermano mayor. Simplemente no podía expresar en palabras cuanto lo amaba.
Los golpes en la puerta típicos de él me sobresaltaron. Corrí a abrir la puerta y me encontré con un Niall con paraguas en mano, algunos cabellos cayendo por su frente, zapatos húmedos, y una sonrisa en el rostro.
Lo abrace después de que cerró el paraguas, aun fuera de casa.
-Princesa, estoy a punto de tener un resfriado y no quiero que tu igual.-Al notar que no me retiraba, en segundos el envolvió sus brazos a mi alrededor y beso mi cabeza.
(***)
Estábamos sentados en el sofá, apoyada en el hombro de Niall, bebiendo cada uno una taza de café caliente. Mis manos rodeaban la tasa por lo frías que estaban. Mientras la música clásica inundaba el ambiente, ambos permanecimos en silencio, disfrutando de nuestra compañía.
-¿Ya te has decidido por cual ponerte?-pregunto regresando su vista a mí. Había estado hablando con él sobre un tatuaje el cual quería ponerme. El problema era que no tenía idea de que iba a grabar en mi piel.
-Pues, hoy fui a aquella tienda de la que me habías hablado, pero no encontré nada. Absolutamente nada.-dije.
-Yo ya te di mi sugerencia Princesa. Mi rostro en tu tobillo. Piénsalo.-dijo mientas lanzaba un guiño y yo comenzaba a carcajear.
Me encantaban estos momentos con Niall. El diciendo tonterías y yo riendo de ellas. Era todo para mí. Si no lo tuviera conmigo, tal vez no hubiese llegado a ser la persona que soy.
Aquella borrosa imagen paso por mi mente como si fuese un flash. No era tan clara como en mis pesadillas, pero podía distinguirla. Los recuerdos invadieron mi mente y corazón, y sentí como mis músculos se tensaban. Niall lo sintió también y ladeo la cabeza para ver mis ojos. Él lo sabía. Lo había recordado.
-Emma.-llamó. Conecté nuestras miradas.-Siempre me tendrás contigo. Siempre te protegeré.-
Y en ese momento lo único que hice fue abrazarlo con todas mis fuerzas. Mientras él me devolvía el abrazo y daba besos en mi cabeza.
Lo tenía a él. Aquí, conmigo. Y nunca lo dejaría ir.
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Anonymous Love - h.s
Fanfiction«No sé si existe el amor eterno, pero si sé que existe el amor verdadero, porque el mío es uno de esos».