Querido diario imaginario…
No recuerdo nunca haber ido al zoológico, pero estoy segura que ahora se lo que sienten los animales en esas jaulas.
Ser observadas todos los días por ojos extraños que te miran con curiosidad y morbo…
¿Mi vida será así de ahora en adelante?
Vaan… tengo miedo.
⭐. 🌙. ⭐
Los soldados no se movían de su lugar, la situación comenzaba a incomodarle y temía que esto se saliera de control. La chica en el suelo se movió ligeramente y hubo una ligera conmoción cuánto un pequeño gemido salió de aquellos labios.
- Mmmm…-fue todo lo que la chica dijo antes de que sus párpados temblaran al intentar abrirse. Los jóvenes slayers se tensaron a su alrededor y comenzaron a dar pasos nerviosos para terminar dando vueltas sin saber qué hacer.
Aquello reacción fue de lo más raro para folken, al principio le fue difícil ocultar una sonrisa, pero aquel sentimiento desapareció cuando la chica despertó y sus ojos verdes mostraron su miedo ante lo que estaba ocurriendo.
☀. 🌙. ☀
Hitomi sintió que su cuerpo estaba entumecido, escuchaba voces silenciadas y murmullos. Lo primero que pensó, fue que Merle la había vuelto a tumbar de la cama y que vaan reñia en silencio a la felina. sus ojos se abrieron con pesadez y parpadearon para ajustar su visión.
Vio el rostro borroso de vaan y lo susurró en una voz tan baja que fue más que un murmullo.
A los demás les pasó inadvertido, pero no así para folken el cual sonrió al escucharla. En un lapso de 5 segundos, los ojos Hitomi se abrieron con horror.
Mirando alrededor, la muchacha se tensó de inmediato y encogió las piernas para ocultarlas bajo la maltrecha falda azul. Si no hubiera estado tan asustada, habría notado la decepción en los ojos de los soldados más jóvenes.
Los ojos de folken se suavizaron y captaron la mirada de la muchacha. Cómo el buen caballero que era, folken inclinó una rodilla en el suelo y le sonrió con la mirada más tierna con que alguna vez le mostró a su hermano menor.
- No se asuste señorita,no es nuestra intención lastimarla.- dijo él con una voz tan cálida que estremeció a los soldados. Muchos se preguntaron quién era ese hombre de rodilla inclinada pues no parecía el estratego serio y malhumorado.
Ella se le quedó mirando, la mirada cálida y dulce le recordaba tanto a vaan, que aunque lo veía con desconfianza, se sentía un poco tranquila.
- No vamos a lastimarla, se lo prometo.- juro él poniendo su corazón en el pecho. Hitomi sabía que esa promesa no sería realmente válida, miró con el rabillo del ojo al joven capitán y este le sonrió con malicia. Los ojos de Hitomi se contrajeron como rendijas dejando ver su poca confianza.
Folken suspiró, su reacción era natural. Estaba en la guarida del lobo ¿Cómo esperaba que alguien confiara en él, teniendo a ese psicópata cerca?.
Folken decidió ignorar al albino y le habló a la muchacha con suavidad, se acercó a ella gentilmente como si de un animalito asustado y frágil se tratará.
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Destinos Torcidos.
Aventura"No importa que tantas veces cierres tus ojos, golpees los talones de tus zapatos rojos y digas "no hay lugar como el lugar". aquí eso no funciona. para empezar yo no llevo zapatos y parece que no funciona con mis tenis rojos..." Gaea; Un Mund...