Querido diario….
Alguna vez… ¿Te has preguntado si puedes medir el tiempo en un sueño? ¿Has tratado de leer en tus sueños? ¿El tiempo y las palabras tienen sentido para ti? ¿Has encontrado la respuesta en alguno de estos sueños?
Hoy un sueño bastante… extraño. Más bien… me hubiera gustado que solo fuera un sueño.
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En el primer día, en la enfermería, hitomi empezó a soñar.
Y fue perturbador…
- Hitomi… Hitomi, hitomi despierta.
La niña abrió los ojos, estaba debajo del enorme árbol de Sakura. Estaba cansada, se sentía como si se hubiera desplomado después de una gran carrera. Abrió la boca para dejar salir un largo bostezo y se tallo los ojos.
-¿Dormiste bien hitomi?.- preguntó la mujer frente a ella. La niña asintió. - ¿Tuviste sueños bonitos?.- la niña negó. La dama suprimió la sonrisa y se sentó a su lado.
- Abuelita… ensuciaras tu kimono. - la dama de edad avanzada ignoró la súplica de la niña y se sentó en el suelo junto a ella.
- Solo es pasto… y es un viejo yukata que solo uso para la limpieza. Si se mancha, solo lo echaré a la lavadora. ¡Tengo muchos!.-la mujer le guiño un ojo y la niña le sonrió. La mujer alzó el brazo para rodearla y la acercó a ella.
- ¿Tu sueño no fue bonito? ¿Qué soñaste?.-la niña entrecerró los ojos y un escalofrío la recorrió.
- Estaba perdida… era un laberinto, buscaba mi casa, corrí y corrí, pero nunca salí de ahí. Entonces tú me llamaste y desperté.- la niña suspiró y se abrazó a su abuela. - pero ya estoy en casa abuelita Yuri… no me quiero volver a perder.-
- Oh mi bebé…- la mujer le acarició el cabello y le beso la cabeza. Se quedó pensativa y preguntó con un poco de duda. - ¿Cómo era ese laberinto?-
- Mmm… los arbustos eran de espinas, tenía unas bonitas rosas azules y blancas… pero yo tenía miedo, trataba de escapar y no lo conseguía, quería esconderme pero no podía…- la niña se quedó pensando - nunca e visto una rosa azul…- la mujer acarició el cabello de la niña y sonrío.
- No mi bebé, no existen en este mundo… - la mujer soltó a la niña - ayudame a levantarme corazón.-
Hitomi se levantó primero y tendió sus manos. No era necesario, su fuerza no era la suficiente para levantar a un adulto, pero Yuri sabía que a hitomi le gustaba sentirse útil. Con dificultad, la mujer se levantó del suelo y se sacudió el trasero.
- Ven… hay algo que quiero darte, pero primero tengo que encontrarlo.- la niña tomó a su abuela de la mano, estaba muy emocionada. Sus abuelos siempre le regalaban algo, la mayoría de los juguetes que estaban en su recámara, eran regalos de sus abuelos… pero de eso hacía ya algo de tiempo. Entraron en el estudio de su abuelo, la niña se soltó de su mano y miró a la anciana.
- ¿Vamos a entrar? Dijiste que está era la única habitación en la que no debemos entrar.- la mujer le sonrió con tristeza.
- Eso fue… porque no quería que tus padres fueran a remodelar esta parte de la casa. Es especial para mí, quiero que esté rinconcito permanezca igual en memoria de tu abuelo. ¿Entiendes?- la niña asintió.
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Destinos Torcidos.
Adventure"No importa que tantas veces cierres tus ojos, golpees los talones de tus zapatos rojos y digas "no hay lugar como el lugar". aquí eso no funciona. para empezar yo no llevo zapatos y parece que no funciona con mis tenis rojos..." Gaea; Un Mund...
