¡Hola mis bonitos lectores! A nadie le importa pero me da demasiado amor haber actualizado ayer mi bebé fic y ahora el mayor, he jodido a este fandom con tantas tramas feas, perdón pero mi mente es un sinfín de tonteras. Y sigo sufriendo por banana fish así que acá seguimos.
El capítulo de hoy lo narra Ash. Muchas gracias a quienes se toman el tiempo para leer.
¡Espero que les guste!
La transparencia enajenada en sus ojos fue mi espejo, los pétalos matizados en sus labios fueron la llave para mi corazón, la sinceridad aplacada en sus latidos me dejó vacío. Porque por mucho que traté de reprimir la inmundicia, él saltó mis muros para limpiar esas heridas.
Él me había convertido en un desastre. Demasiado frágil para la brutalidad de las pandillas o los collares de crueldad, demasiado tosco para fundirse con lo grisáceo de la realidad. Era una tempestad de mordidas, disparos, promesas bonitas y mentiras baratas, perjuraba que veneraba a la soledad para aplacar mi maldición, sin embargo, apartarlo me desgarraría hasta el último trozo del corazón. Por mucho que me tratase de convencer acerca de la falsedad en esta relación era yo quien lo buscaba en la habitación para acurrucarse, pero yo...No podía haber un final feliz para un monstruo como yo. Odiaba que ese constante vacío se viese atenuado por sus risas, me enfermaba que las pesadillas se nublasen cuando sus brazos me rodeaban, no merecía que el frío en mis grietas dejase de arder bajo sus caricias. Porque no duraría. ¿Qué no había aprendido nada?
No podía amarlo.
—¡No me estás escuchando! —Lo histérico de ese grito me taladró la cabeza—. Eres un terrible anfitrión, ni siquiera sé por qué me moleste en venir. —Me froté el entrecejo, suplicando por paciencia. El carácter de ese sujeto era intolerable.
—Sí te estaba escuchando. —Él rodó los ojos antes de chasquear la lengua, sus brazos forjaron un muro de espinas en esa gigantesca mesa.
—No sé cómo pretendes tomar el mando sino eres capaz de mantener una alianza. —Los papeles se bambolearon entre mis dedos, mi atención pendió desde esos feroces ojos hacia la bolsa blanca. Aún no sabíamos el compuesto de esa droga.
—Me llamas grosero pero tú eres quien me está levantando la voz. —La saña le palpitó como veneno entre las cejas, el rostro se le agolpó con una hilarante humillación—. Eres un terrible representante para el clan Lee. —Arrugué la nariz, apestado por ese asqueroso dulzor. Odiaba sus feromonas.
—Deberías rendirte y cederme el control del centro de una vez. —Él ignoró mi comentario para pasear sus yemas desde la punta de su trenza hasta un elegante suéter blanco, el collar sobre su cuello deformó la cordura. Este era el encanto de un omega, ¿no? Ser un adorno igual que yo.
—Al menos yo sí aparento estar participando en nuestra apuesta, tú ni siquiera has buscado a un alfa para cumplir. —Su mentón cayó en su palma, él se mordió el labio para contener la frustración—. Yo sí tengo un omega. —La pesadumbre lo ahogó.
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El amante del lince.
Фанфик|| Finalizada || Marcado por la crueldad Golzine y obligado a pelear, Ash se convirtió en el alfa más respetado y temido de Nueva York, con sus ojos puestos en el control de la ciudad él debe encontrar a una pareja para engendrar un descendiente ant...