Violence © #1 [✔]

18

Eleanor

He estado intentando hablar con Clark desde hace ya varias semanas, del como me he estado sintiendo y que me gustaría que pasara en nuestra relación no tan solida.

Pero no quiere ni escucharme y se la pasa ignorandome todos los días que intento hablarle.

Son las 2 de la madrugada y él aún no llega a casa, desde las diez ando esperandolo y debería haber llegado ya.

Me preocupa mucho que llegue tan tarde, me hace pensar que algo malo le ha pasado en camino aquí.

Cansada de esperarlo tanto, decido recostarme por unos minutos, ya que no creo que él llegue ahora mismo.

[...]

Despierto y escucho la regadera del baño encendida, el agua está cayendo... y eso quiere decir una sola cosa...

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Ojeo el reloj de la mesita de noche, viendo que marca las ocho de la mañana, no me levanté a hacer el desayuno y parece que Clark no irá a trabajar hoy.

Debí al menos despertarme a las siete.

Me levanto por un breve momento, y me vuelvo a quedar sentada en la cama debido a un mareo repentino.

Odio esto.

Clark sale con una toalla envuelta en su cintura y una en sus manos secándose el cabello y rostro.

—Al fin despiertas, querida esposa.

Como siempre, con asco me reitera lo último. No hay un dia en el que no lo haga.

Por varias razones he estado pensando en pedirle el divorcio, total, él no quiere una incompetente como yo de esposa.

Siempre me lo vive recalcando y recordando.

Con su total libertad podrá encontrar a una persona que sea útil, linda, y que se conforme con todo lo que él haga.

Ya que para él, no soy ni lo más mínimo de eso.

—Clark, he querido hablar contigo desde hace un buen tiempo pero...

Me interrumpe a media palabra.

—¿Ahora soy Clark y no mi amor?

Avergonzada bajo la mirada y con eso el obtiene la respuesta a su pregunta.

—¡Prosigue, imbécil! — grita sobre mi, por miedo tiemblo y me vuelvo mas pequeña en mi lugar.

El rincón de la cama.

—Quiero que... —hago una gran pausa antes de proseguir hablando, se lo que causaré en el con esta petición, respiro profundamente y procedo a soltar la bomba —Quiero que nos divorciemos.

Cierro los ojos fuertemente mientras lo escucho reír a carcajadas.

¿Dije un chiste?

—¿Estás loca? ¿como que el divorcio?

—Si, como lo oyes— con el mas mínimo valor respondo sus preguntas— Así harás tu vida, con una mujer útil, hermosa y no imbécil... como yo.

Se acerca hacía mi a pasos bruscos y decididos, me agarra fuertemente de la barbilla.

—¿Quieres el divorcio para ir de puta? o ¿para ir con Mikhail?—Sus palabras nunca me habían dolido tanto —Después de todo sabía que ibas a salir con esta... eres una maldita puta barata.

—Por favor... yo digo que será lo mejor para ambos.

—No te daré ningún divorcio... ¿Sabes por qué?

No respondo nada, solo me obligo a no soltar las lágrimas retenidas y a no mirarlo a la cara mientras hace presión en mi mandíbula.

—¡Respóndeme!

—No, n-no lo sé.

—Porqué eres mia, nadie y mucho menos Mikhail te podrá quitar de mi lado.

Me suelta empujándome para atrás haciendo que me caiga de espaldas en la cama y se hecha a andar al armario. Saca unas correas de esta y me mira con una sonrisa en los labios.

—¿Q-qué piensas hacer?— el miedo es tan notable en mi tono de voz.

—Ya verás querida esposa.

Se acerca a mi de manera amenazante y yo por impulso me alejo lo más que puedo de él volviendome uno con la pared.

—Eleanor, no te alejes o te irá peor —dice sonriendo y acercándose cada vez mas a mi.

Cuando ya estoy acorralada me agarra del pies y tira de mi bruscamente.

—Quiero saber si después de esto me pedirás el divorcio.

Amarra mis dos manos a la cabecera de la cama con dos de las tres correas que sacó del armario.

Rompe mi blusa de pijama con aparente brusquedad y el pantalón me lo quita de igual manera.

Dejándome completamente desnuda.

Asustada comienzo a derramar mis lágrimas retenidas, y a temblar.

Este se mete al baño y sale con un balde de agua en la manos el cual me echa encima, haciendo Que suelte un grito por lo sorprendida.

Me ha mojado y a la cama también.

El agua está súper helada.

—No, por favor no, si lo haces gritaré.

—Hazlo, grita todo lo que quieras.

Levanta la mano y la deja caer estampando la correa sobre mis piernas.

Grito tan fuerte que parece que me estuvieran matando.

Prácticamente lo hace.

Segundo azote.

Tercer azote.

Cuarto azote.

—Ya basta —logro articular luego de seis fuertes azotes por su parte —Por favor, basta—digo llorando, mi voz sale ronca y pastosa.

—¿No que querías el divorcio, esposa?—se ríe —Te mereces más de seis azotes de esta belleza.

Mira mis piernas y brazos marcadas por la correa, sonríe como un demente.

Está totalmente loco.

Se acerca a mi hasta lograr unir sus labios con los mios, obligándome a besarlo por mas de cinco minutos.

Debe ser asqueroso sentir ese sabor de lagrimas, dolor y odio en un beso.

Dejame respirar— grita mi subconsciente.

Tengo que irme de aquí lo mas rápido que pueda y divorciarme de este hombre cuanto antes.

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