23

7.4K 394 36
                                    

Eleanor


Tomo la pistola entre mis manos y la observo con detenimiento.

Es negra, pesada y un poco grande para mis manos.

Una horrible y mala idea me cruza por la mente, el cual sería dispararle a...

Pero la declino al instante. Hay que pensar las cosas cien veces antes de hacerlas, para luego no arrepentirnos.

El sonido de la puerta me alerta un poco. Pero no pongo atención.

—¿Qué diablos haces que tardas tanto? —dice la voz de mi marido a mis espaldas.

Que susto, por Dios.

Dejo la pistola en su lugar, y me giro lentamente hacía el, estoy asustada, agarro los papeles y salgo de esa habitación pasando por su lado sin inmutarme a su presencia, para dirigirme a la de Mikail.

Antes de entrar, Clark me jala muy fuerte del antebrazo empujandome hacía otra de las habitaciones.

—Cuidado con lo que andas tramando, no me gustaría hacer algo que no te guste.

—¿De que estás hablando?

—Solo te haces la loca, yo te vi, Eleanor, vi como sostuviste esa pistola en tus manos, solo ten cuidado.

—Sueltame—digo empujandolo cuando veo que tiene intenciones de besarme a la fuerza.

Me acorrala entre la pared y él.

—Y si no quiero ¿qué?

No digo nada, solo dirijo mi mirada al piso.

Solo debo esperar a que se quite e irme directo con mi madre.

—¿Acaso mi amada esposa tiene miedo de mí?

Lo escucho reír al terminar de decir eso.

Idiota.

Intento alejarme de él, pero me agarra de nuevo.

Me besa aún cuando muevo mi cara hacía los lados.

Cuándo se separa de mí, le reprendo... más bien le recuerdo lo que me prometió.

—Prometiste nunca golpearme, ni obligarme a hacer algo que yo no quisiera —trato de sonar segura pero no puedo, las lagrimas salen de mis ojos y mi voz se rompe.

No dice nada solo me mira.

—Lo juraste, ¿y qué es lo que estás haciendo? nada de lo que me juraste lo cumpliste.

Me alejo de él camino a la puerta, antes de salir limpio mis lagrimas.

[...]

Por lo mal que me he estado sientiendo cada semana, he decidido venir al doctor.

Clark no me dejó venir sola, claro que no. Me mandó con una supuesta amiga de él, llamada Andrea, la cual no me da buena espina para nada.

Siquiera me deja respirar la chica esta, no puedo mirar hacía ningún lugar que me cuestiona cada segundo que a quien observo o a qué.

Es super molesto, siquiera mis padres me controlaban a este punto. Quiero largarme y alejarme de esta chica.

Pero estamos esperando mi turno para ser llamada con el doctor. Luego de unos quince minutos, sale una mujer poco robusta y pelinegra con unos papelitos en las manos y procede a pronunciar mi nombre.

—¿Eleanor Castle?

—Soy yo.

Me levanto de mi asiento haciéndola saber que soy yo, mientras que Andrea se pone de pies igual que yo.

—Debe entrar sola señorita.

Dios, agradezco tanto estas reglas puestas, esta mujer no me quiere dejar sola ni un segundo.

—Esperame aquí, ¿Si?

Le propongo esperarme afuera, ya que en unos minutos saldré, ella asiente no muy conforme y se sienta otra vez.

Me encamino hacía donde me indica la mujer y entro a una oficina donde hay un hombre sentado en una silla, cual se ve que es muy cómoda.

—Buenas tardes, soy el doctor Edward Bennet— se presenta, a lo que yo procedo a hacer lo mismo.

—Mucho gusto, soy Eleanor.

Tomo asiento cuando él me lo indica y procede a hacerme preguntas de lo que me sucede o inquieta.

—Tengo unos terribles mareos, y vomíto todo lo que me como— empiezo a contar— Fuí a hacerme unos chequeos antes y resultó siendo que es infección estomacal.

Me mira analizando cada uno de mis gestos.

—¿No cree usted que está embarazada? —su pregunta me toma por sorpresa haciéndome temblar y sudar frío.

Comienzo a sudar como nunca, y cada gota de sudor que baja por mi cuerpo y rostro es helado como el hielo.

Mis manos comienzan a temblar descontroladamente ante dicha teoría.

—No, me hice una prueba y resulta que no.

El asiente con la cabeza mirándome.

—¿Prueba casera?—asiento ante su pregunta —Esas pruebas casi siempre fallan.

Al yo no poder articular ni una sola palabra el prosigue hablando.

—Será mejor que se haga otra prueba.

Asiento nerviosa y con las manos temblando.

Siento que los minutos que llevo aquí adentro son días, incluso semanas.

Estoy muy asustada.

Demasiado para ser bueno.

No podría estar embarazada, no, claro que no.

Aunque mi periodo se atrasó, pero siempre lo hace. No es raro para mi.

Soy una mujer irregular, demasiado diría yo.

El doctor me pasa una prueba de embarazo casera y yo procedo a pasar al baño.

Haciendo todo lo que indica una guía que trajo la prueba.

Y procedo a esperar los 10 minutos pacientemente.

Los 10 minutos más largos de mi vida han sido estos. Salgo del baño con la prueba en mano y un poco nerviosa.

Se la paso al doctor para que verifique, ya que yo no quiero hacerlo por mi misma.

Suspira y procede a decirme mi resultado.

No estoy paciente, estoy súper impaciente.

—Esta prueba indica, que usted...






Voten y comenten

Violence © #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora