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Eleanor

—No puedo creer lo grande que ya está mi nieto o nieta— articula mi madre, pasando levemente su mano sobre mi vientre.

Sonrío.

—Crece rápido, mamá, ya son 5 meses y está bien grande.

—Soñé tanto este día — vuelve a hablar, mientra me mira con amor y un brillo especial se hace presente en sus ojos —Siempre quise un nieto, pero tu nunca te decidías a tenerlo.

No se que decir en este momento tan incómodo.

Si supiera que desde siempre he querido formar una familia y tener muchos nenes y nenas corriendo por la casa, llenandola de ma alegría y no tristeza.

—La vida da muchas vueltas— le contesto, mientras pienso en todo lo que he tenido que pasar.

Ella no dice nada, solo procede a seguir buscando un vestido acorde a su gusto. Cuando lo encuentra, corre a probarselo.

Pacientemente la espero afuera del vestidor.

Luego de un momento, ella sale con el vestido puesto. Es hermoso, negro con diseños en la parte superior pero liso en la parte inferior, también tiene un abierto en la pierna derecha, lo que la hace lucir más espectacular.

El vestido va ceñido al cuerpo. Lo que hace que mi madre luzca con grandeza sus atributos.

Siento que ese vestido fue hecho pensando en ella directamente.

—¿Qué crees?— me cuestiona, dándose la vuelta para yo poder verla completa.

Sin palabras.

Sonrío ampliamente.

—Preciosa, me encanta encima de ti —respondo sobando mi vientre y sonriendo.

>>Opino y tengo la certeza de que ese vestido fue hecho pensando justamente en ti, vas a opacar a todos, madre.

—No digas eso Eleanor, me la estoy creyendo.

—Debes hacerlo, con sinceridad.

—Te amo, hija.

[...]

—¿Como te sientes?— me pregunta Andrea.

Está muy rara, los 5 meses que llevo conociéndola nunca estuvo así, eso se me hace muy raro.

Todo lo que hace me parece sospechoso.

Aunque no se si son cosas mías.

—Bien—le sonrío.

La observo un momento y veo que vuelve puño sus manos y me mira sonriendo.

Siento falsa esa sonrisita.

¿Que le pasa?

—¿Que pasa Andrea? ¿estás bien? estás...—dudo antes de decirlo'— Estás rara.

—Si, estoy muy b...—Su celular suena interrumpiéndola —¿Hola?...

Se aleja de mi un momento, pero aún así logro escuchar un poco de lo que habla.

—¿Ya todo está listo?— hace una pequeña pausa para luego seguir hablando— Perfecto, mañana mismo ponemos todo en marcha.

No debería estar escuchando conversaciones ajenas.

—Lo sé... nada puede salir mal mañana.

Cuando vuelve hacia mi otra vez, la miro con cara de ¿qué pasa?

Pero esta me ignora por completo.

Siento que hice algo mal. Y eso la ha molestado.

—¿Acaso hice algo que te molestó?

Niega con la cabeza varias veces.

—Lo siento.

Su mirada cambia tan repentinamente que me asusta, de pasiva a agresiva.

—Tengo que irme, tengo algo que hacer—informa caminando hacía la puerta a pasos rápidos.

—¿Vas a dejarme sola aquí? me aburro mucho, Andrea.

—Arreglatelas como puedas, siempre estuviste sola ¿no? —asiento —Entonces, estás acostumbrada.

Dice esto último para luego salir de la casa, dejándome con un amargo y raro sabor en la boca.

Y un feo sentimiento.

No se porqué sus palabras me han llegado hasta lo mas profundo de mi. Me siento mal... ella siempre ha estado conmigo desde que supe de mi embarazo.

Esto es realmente raro.

Hasta Clark está muy raro.

Tras varias horas pasadas, mi celular empieza a vibrar informándome de un nuevo mensaje de facebook.

Lo reviso y es de Andrea.

Andrea Caamacho G.

Tengo una gran.
Enorme sorpresa para ti.
¿La quieres para ahora o para mañana?

Eleanor H. Castle.

Has estado muy rara esta semana.
Me estás asustando.
Y prefiero la sorpresa mañana.

Andrea Caamacho G.

Sería mejor hoy, pero bueno mañana será... Es enorme <3.

No respondo el mensaje ya que Andrea me está asustando y mucho.

Por lo que decido soltar el celular y recostarme un rato.

[...]

—¿Crees mañana estar bien con la fiesta?—pregunta Clark besando mi vientre.

Aún no me acostumbro a esto. Todo este cariño y amor los últimos meses de su parte se me hace raro.

Me remuevo  un poco incómoda ante su toque.

—No lo sé.

Él me mira y sonríe.

—Me encantas —no sé si se lo está diciendo al bebé, o a mi.

Pero como no estoy acostumbrada a este tipo de cosas, pienso que es al bebé.

Me resulta nuevo esto. Por lo que cierro los ojos un rato para poder conciliar el sueño ya que mañana será un día ajetreado para todos.

—Yo a ti también, ¿cierto amor?

Su voz se escucha un poquito lejos, y distorsionada. El sueño me está ganando por muy poco.

—¿Eleanor?

—¿Huh?

—Yo a ti también, ¿cierto?

Ni se de que me está hablando.
Solo le contesto para que no vuelva a despertarme más ya que estoy sumamente cansada.

—Si, si a todo lo que digas, pero duermete que yo trato de hacer lo mismo.

Siento como besa mi mejilla y se acomoda mejor en la cama par acariciar mi vientre.





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Violence © #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora