Final

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Clark

He llamado y mensajeado a Eleanor más de veinte veces, pero no responde.

He intentado todo, mandándole mensajes, buzón de voz, llamadas, pero nada.

Estoy pensando ir a la casa de su madre, la última vez que la vi estaba recogiendo sus cosas aquí en nuestra casa.

Siento y tengo la superstición de que se irá lejos, y eso es lo que menos quiero.

No quiero que se aleje de mi.

No quiero que se vaya.

Me levanto de la cama para vestirme e ir tras ella, donde sea que esté.

Haría lo que fuera con tal de que se quedara a mi lado.

No me importaría perder nada, con tal de tenerla otra vez y hacerla feliz.

Bajo para el estacionamiento y busco mi auto, lo enciendo y me meto a el, comenzando a conducir rápido y, a pensar en como recuperar a mi esposa.

Tengo que recuperarla a como de lugar, es mi esposa, después de todo tiene que estar conmigo, hasta que la muerte nos separe.

Agarro mi celular y marco el numero de Eleanor mientras conduzco.

-Hola, soy Eleanor, si no te respondo es porqué estoy ocupada o estoy durmiendo, deja tu mensajeeeee.

Escuchar su voz luego de dos días seguidos es el paraíso. Como la extraño.

Pensar que cuando la tuve no la valoré.

Golpeo violentamente el volante mientras paro en una señal de tránsito en rojo.

Maldita sea la hora en que perdí lo más preciado que tuve: Eleanor.

Siempre supe lo que tenía, el problema fue que no supe valorarlo y mantenerlo.

La extraño tanto.

A lo lejos visualizo la calle por donde vive su madre. Mi corazón comienza a acelerar como si hubiera corrido una maratón y estuviera descansando ahora.

Parqueo el carro y con todas mi fuerzas de voluntad y rapidez doy pasos grandes y seguros para llegar más rápido.

Subo al edificio y decido tocar la puerta varias veces, de manera seguida. Sin parar.

-Eleanor, abreme, se que estás ahí.

Trato de sonar pasivo y nada eufórico, pero no hay respuesta alguna. Eso me frustra y pone más desesperado.

-Por favor, Eleanor, vamos a hablar como adultos que somos.

Aparece un señor mayor en mi campo de visión y se acerca a mi.

Ahora es el colmo, ¿será uno de los chismosos del edificio?

Con su mirada me recorre de arriba hacia abajo varias veces, como encaminándome.

-Disculpe- inicia diciendo.

Si cree que va a lograr que me vaya, está mal, muy mal. De aquí no me muevo sin ver o hablar con Eleanor.

Trato de ignorarlo, pero este anciano es insistente.

-Le hablo a usted - llega a mi lado. Y me sonríe.

-¿Si? - para no demostrar descortesía decido ponerle un poco de atención, mientras sigo tocando la puerta.

-Si está buscando a la señora y a su hija, le informo que acaban de salir.

Violence © #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora