fourteen - globus sensation

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colde - loss

the memories of that day are clear
please erase everything
from you

Terminó a través de un simple mensaje de texto.

"KunHang, te agradezco por todo lo que has ayudado a mi hijo, pero ya no necesitaremos tus servicios. Como tú mismo fuiste testigo DeJun se encuentra mucho mejor, tanto así que hoy pudo dar sus primeros pasos por el jardín delantero. Te transferí tu última paga junto con una pequeña bonificación, y te recomendaré cuando alguien necesite también de tu ayuda. Gracias una última vez, y adiós"

Transcurridos dos días, se encuentra a sí mismo otra vez revisando el mensaje al que todavía no es capaz de dar respuesta. No es como si el remitente la esperara, de todas formas: basado en el tono amable de esas palabras, totalmente contrario a la aspereza que acostumbraba a recibir de él, deduce que lo último que quiere es que se ponga en contacto.

Suspira, acostándose en su cama de la que todavía no sale pese a que ya es bien pasado el mediodía. No tiene a nadie agendado hoy, ni lo tendrá mañana. De hecho, la "pequeña" bonificación que mantiene en su cuenta es más que suficiente para no trabajar por al menos seis meses, según ha estimado. Niega, sonriendo un poco; no es como si fuera a dejar totalmente de lado a sus pacientes. No podría.

Tal vez esa es la razón por la que no se siente capaz de dejarlo ir.

—...KunHang, basta ya —se dice a sí mismo, dejando el celular a un lado y palmeándose la cara—. No es como si no estuvieras feliz por él, ¿verdad? Así que envíale un mensaje de texto de una buena vez.

Aprovecha esa chispa de energía que ha generado regañándose a sí mismo y se vuelve a sentar a orillas de la cama. Sostiene su celular y abre rápidamente el chat que permanece sin nuevos mensajes desde la última oportunidad en que intentó hablar con él, sin obtener respuesta. Su nombre ya no lee "Xiao DeJun", sino un simple "Xiaojun". Lo siente más personal. Más cercano.

Comienza a escribir con ayuda de sus pulgares, presionando combinaciones de teclas sistemáticamente para detenerse, mirar lo que ha escrito, y mantener presionado el botón de "borrar" hasta que ya no hay nada en la pantalla. El proceso se repite varias veces.

"Xiaojun, así que ya pudiste salir al jardín, ¿eh? Seguro sonreíste al sentir el calor del sol. Me habría encantado ver eso con mis propios ojos..."

Eliminar.

"Sé que nuestro tiempo juntos terminó, Xiaojun, pero todo lo que conversamos sigue en pie. Si quieres salir uno de estos días, podríamos..."

Eliminar. Definitivamente eliminar.

"Xiaojun... me hace tan feliz saber que te ayudé. Si me lo permites, quiero seguir conociéndote. Ya no como mi paciente, sino como..."

Se detiene. No puede escribirle eso. Reúne sus fuerzas para escribir un mensaje apropiado.

"DeJun, te lo dije antes, pero vuelvo a decirlo: estoy muy orgulloso de ti. Todo lo que has logrado no es más que mérito propio, esforzándote más allá de lo que podría haberte pedido. Estoy muy feliz por tu recuperación. Por favor, sigue así incluso si no estoy ahí. Tú puedes hacerlo. Adiós, y cuídate"

Lo envía antes de que sea demasiado tarde. Deja el celular lejos de sí y se levanta de la cama para vestirse con un suéter morado, más unos pantalones escoceses en tonos grises, y calzándose unos zapatos deportivos es que finalmente camina en dirección a la puerta que conecta con el exterior, dejando atrás su departamento. Da vueltas en el vecindario hasta que su estómago empieza a gruñir. Toma el metro y se baja en un sector que conoce de ocasiones anteriores, donde pide algo de comida china tradicional contundente que, sin embargo, no es capaz de retirar el vacío que le congela las entrañas. Se pierde entre las calles del sector, visitando todo lo que conoce y lo que no. Se pierde hasta que pierde noción del tiempo; hace rato que atardeció, y la ventisca nocturna es tan fuerte que no le queda más remedio que regresar a su departamento.

Intenta contenerse, pero es imposible. Sus pies lo dirigen casi de manera automática a su habitación, donde revisa su buzón de mensajes en un frenesí que pronto se desmorona.

Sonríe, llevando los ojos al cielo y una mano hacia su cuello. Su garganta se aprieta con rapidez. Duele.

Por supuesto que no hay respuesta.

———

Después de otros dos días más, sigue sin recibir respuesta. Van acumulándose las horas y los días hasta que se cumple una semana exacta desde la última vez que lo vio, con la luz mágica del atardecer iluminándole el rostro. Sorbe un poco más de la bebida alcohólica que mantiene entre las manos, y vuelve a depositarla sobre la mesa que lo separa de su acompañante.

Quisiera embriagarse instantáneamente.

—Así que sumaste otro caso exitoso a tu lista, ¿eh? —Qian Kun bebe un poco de su copa de vino tinto, no sin antes mecer el contenido suavemente de manera circular para luego inspirar. Su amigo dice que así se liberan mejor los aromas. Honestamente, no le interesa en lo más mínimo—. KunHang, seguro que hay un montón de padres desesperados haciendo fila para que puedas visitar a sus hijos.

—Me han estado llamando mucho —asiente, aprovechando la oportunidad para dar un nuevo sorbo, esta vez más grande. El vodka le quema la garganta—. Sí...

—...Hey, déjalo ir. Ya cumplió su ciclo contigo.

Casi quiere reírse. Kun es tan consciente de todo lo que pasa a su alrededor que hasta le da un poco de miedo. Murmura un "no sé qué estás diciendo" antes de tomar el vaso, con intenciones de tomarse todo lo que queda en él.

Siente que su mano lo detiene, quitándole el vaso antes de que llegue a sus labios. Lo mira con el entrecejo fruncido.

—Déjame beber.

—Sabías que esto podría ocurrir. Después de todo no era más que el hikikomori al que visitabas. Como perdió su estatus de hikikomori, era obvio que tendrías que decirle adiós y...

—¡Solo quería un mensaje de despedida!

Tal vez sí está un poco ebrio, admite para sí. Es la primera vez que le grita a Kun, nunca ha tenido la necesidad de hacerlo. Sus ojos lo miran con sorpresa mal disimulada.

—...Solo eso. Por supuesto que estoy feliz por su recuperación, solo no esperaba cerrar todo esto tan pronto, tan... abruptamente.

Mientras cierra los ojos y los restriega con sus manos, siente los dedos de Kun en su hombro derecho, en una caricia casi imperceptible pero que está ahí.

Luego, la superficie de sus manos se humedece. No lo deja entrever.

—KunHang... —retira en silencio las pocas lágrimas que han podido escapar—. Si él no cierra el capítulo, entonces tú debes hacerlo. Por tu propio bien.

No tiene sentido negarse. Sabe que Kun está en lo cierto, aunque las emociones traicionen su autocontrol y se viertan en forma de un llanto que reprime con todas sus fuerzas. No quiere llorar, no ahora que DeJun debe estar feliz, sonriente por al fin poder reencontrarse con el calor del sol.

Rindiéndose, murmura una respuesta afirmativa.

—...Lo haré.

Y espera que ese mismo calor sea suficiente para poder abrigar aquellas manos siempre tan frías.

Es lo único que puede esperar.









———

globus sensation: se describe como una molestia originada en la garganta, similar a tener un bulto, píldora u otro tipo de obstrucción alojado en ella. es producida como respuesta inflamatoria a causas físicas (patologías o cuadros relacionados con la zona), o a causas sicológicas (trastornos somatomorfos, ataques de pánico); también se presenta antes, durante o después de haber llorado.

¡Feliz comienzo de año! Espero que estén excelente y que les haya gustado el capítulo. Muchas gracias por continuar apoyando esta historia, ¡nos vemos pronto!

Outbreak // XiaoDery - WayVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora