Outbreak // XiaoDery - WayV

nine - photomacrography

punchnello - null (black)

it's black here, everywhere

there's nothing here

where am I right now?

No es sino hasta que escucha el canto de los pájaros que se da cuenta de la hora que es: está amaneciendo. KunHang rueda sobre sí mismo, enterrado bajo las mantas, con la pantalla del celular como única fuente de luz durante las últimas horas. Restregándose los ojos con la mano libre, parpadea con lentitud al ver un nuevo mensaje.

"Supongo que nos quedamos en vela toda la noche. Buenos días, Hendery"

Se queda mirando las palabras que aparecen al final de un historial inmenso, con la lentitud propia de no haber dormido ni un poco. El teléfono vibra otra vez.

"¿Cuándo vendrás? Ya han pasado tres semanas..."

En vez de responder, apaga la pantalla. Se despereza, estirando sus extremidades entumidas por el frío de la madrugada. Deja el teléfono en medio de las mantas, levantándose y dejando que sus adormilados pasos lo guíen hacia la ducha. Con el agua caliente corriendo por su espalda desnuda, logra despertar lo suficiente como para afrontar lo inevitable.

Lleva mucho tiempo sin visitar a DeJun, y se le están acabando las excusas.

Recuerda las últimas tres semanas, en las que ha respondido evasivamente cada mensaje del señor Xiao solicitando su ayuda, logrando así que los encuentros no se produzcan: que está enfermo, tiene que visitar a un pariente o que simplemente se ha quedado dormido. Paralelamente, el resto de las citas acordadas con otros "pacientes" suceden sin problemas ni retrasos. Mientras se enjabona el cuerpo a consciencia, recuerda también la infinidad de mensajes que han intercambiado con DeJun. Es la única manera de asegurarse que se mantiene estable o que no ha dejado de comer.

Es también algo que espera todas las noches, con unas ansias que no se van sino hasta que lee un nuevo mensaje en su bandeja de entrada.

"Buenas noches, Hendery. Creo que hoy tampoco puedo dormir"

Cuando sale del baño y termina de vestirse, sin embargo, la nueva notificación que aparece en la pantalla corresponde a un remitente al que lleva evitando de la misma manera, o peor.

"Si no vas a trabajar te despedirán. Y creo que no generas dinero suficiente como para permitírtelo, ¿no crees?"

—Maldito sea el día en que te conté todo esto —murmulla, lanzando su teléfono de vuelta a la cama. Casi puede ver la sonrisa de sabelotodo de Kun. Frunce el entrecejo cuando el dispositivo vuelve a iluminarse ante la llegada de un nuevo mensaje—. ¿Y ahora qué quieres?

Se sienta sobre las mantas y toma el objeto entre las manos para leer un mensaje que es mucho más largo de lo usual. Mientras lo hace, las arrugas en su frente se relajan y sus hombros tensos también. Para cuando termina de leer, suspira.

—Bien... bien.

Le toma apenas unos momentos el coordinar una visita, y sale de su casa sin siquiera haber desayunado. En el transporte público, con el suave andar del metro sobre los rieles, recuerda con exactitud el mensaje que mantiene aún sin contestar.

No le dejará saber a Kun cuál es su resolución al respecto, porque solo le concierne a él.

"Solo estoy preocupado por ti, y por ese chico sea de paso. Probablemente le está haciendo mal no verte, aunque no te lo diga. Más allá del caos que tengas en la cabeza, no deberías arrastrarlo contigo ni dejar que su situación empeore. Además, ¿acaso no querías que mejorara? Ve, KunHang, o en última instancia corta relaciones con él y deja que encuentre a otro acompañante, pero haz algo. No lo dejes esperando más. Te lo digo como amigo y colega"