El Comienzo del Entrenamiento.

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|Pensamientos|: |no creo necesario que siga poniendo esto pero we|.

(Acciones): (sonreír), (cierra la puerta).

CAPITULO 3: EL ENTRENAMIENTO DE AIZ.

Freya suspiro de alivio al ver que Bell había podido derrotar al minotauro irregular. Pero puso una cara de culpa al ver lo dañado que se encontraba Bell. Tenía raspones y algunas heridas leves por todo el cuerpo y seguramente tenía un par de huesos rotos, ya que debe de haber costado mucho parar a un minotauro cuando este mismo te embiste con sus cuernos, por lo que seguramente, sus brazos tenían lesiones no muy grandes, pero importantes. Pero el daño que sin duda preocupaba más a Freya era el de su estómago, ya que había recibido una apuñalada directa y eso lo había dejado en muy mal estado, seguro que por lo menos tenía un órgano perforado por ese ataque, por lo que las pociones no podrían curarlo completamente.

Cuando Freya vio que la chica de cabello dorado menciono llevar a Bell y a Welf a sanarlos a la sede de su familia se tranquilizó visiblemente, ya que no tendría que mandar a nadie a buscarlo y arriesgarse a que su estado empeore debido a la pérdida de sangre.

Después de pensar todo eso, Freya recordó rápidamente quien había sido el mayor culpable, por lo que miro a Ottar con una mirada indescifrable.

Freya: (sonriendo, pero sus ojos indicaban que estaba furiosa) tenemos que hablar... AHORA MISMO OTTAR.

CON BELL

Bell sintió que sus fuerzas se recuperaban considerablemente, pero aun sentía un increíble dolor en la parte baja del estómago, por lo que supuso que le dieron una poción y un elixir para que recuperara sus fuerzas. Pero debido al daño que recibió, estaba en un estado de semi-conciencia, donde podía escuchar algunas voces, reconociendo a la mayoría y después escucho a Welf diciendo algo sobre daños colaterales, pero como escucho su voz, dedujo que se encontraba bien y de repente entro en un estado de inconciencia absoluta.

Welf: (preocupado) gracias por las pociones, pero necesitamos ir lo más rápido posible para llevar a Bell hacia su sede para que puedan curarlo.

Bete: (serio) también te llevaremos a ti, ya que tus heridas eran muy profundas y las pociones no surtieron efecto del todo.

Welf: (sudando frio) tranquilo viejo. No creo que necesite ir a su sede para curarme, puedo ir al gremio o acudir a mi familia para curarme. Ya que si voy a la sede de la familia de Bell, me temo que los daños que recibí en esta pelea solo serían daños colaterales.

Bete alzo una ceja ante lo mencionado, ya que no tenía ni idea de que familia formaba parte Bell. De todas formas le restó importancia y decidió que se quedaría para averiguarlo y que, además le tenía que hacer algunas preguntas al tomate.

Aiz cargo a Bell en sus brazos y dijo: no perdamos más tiempo, su herida superficial sano, pero debe tener una hemorragia interna debido a los órganos dañados.

Todos los que estaban en el lugar asintieron y salieron lo más rápido posible del calabozo, mientras que Aiz llevaba a Bell en su espalda.

Welf: se dónde queda su sede, tardaremos unos 15 minutos en llegar si seguimos con esta velocidad.

CON FREYA

Freya: (impaciente) y bien, estoy esperando una explicación.

Ottar: (recobrando su compostura) Freya-sama, lo siento mucho. Ah mí nunca me importo que te fijaras en otros hombres, ya que sabía que eras hacía por naturaleza, pero esta vez tu obsesión hacia el chico me pareció diferente...

Bell, el Conejo Blanco de la familia Freya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora