|Pensamientos|: | pueeees, la verdad es que ya no sé qué más inventarme. Dejo este mensaje como chivo expiatorio de momento papús *espero no tener que usarlo 2 veces*|.
(Acciones/gestos): (sonríe), (enojado), (rostro cabreado), etc.
CAPITULO 26: LA DERROTA DE LA MANTÍCORA Y UN TIEMPO DESPUÉS...
Bell observo como la mantícora daba un pequeño salto que hizo mover todos los cimientos y los arboles alrededor, dado a la enorme estatura y peso que probablemente tenía la criatura.
Bell: |(serio) bien, es 5 veces más grande que yo. Quizás me sea más fácil escabullirme y dañarlo por debajo de él|.
La mantícora se acercaría rápidamente a Bell para intentar darle un mordisco, pero el peliblanco desenvainaría una de sus dagas y le dio un fuerte golpe con su mano izquierda en la mandíbula que le obligaría a la bestia hacerse un poco hacia atrás por el impacto, además de que le propino un gran corte a lo largo de todo el mentón en forma diagonal.
La mantícora daría un fuerte rugido indicando su furia y se lanzaría nuevamente en contra de Bell, pero esta vez utilizo sus garras para intentar cortarlo. Bell esquivaría el primer ataque con algo de facilidad e intentaría y luego detendría con su daga el zarpazo que le intento dar la mantícora con su otra pata y cortándola en el acto. Bell vio esto como una oportunidad y se corrió rápidamente hacia abajo del animal, mientras aun permanecía la daga clavada en la parte inferior de la pata de la bestia. Gracias a eso, a medida que Bell avanzaba iba desgarrando lentamente la pata de la mantícora, hasta que finalmente se vio abrumado por una gran fuerza y soltó la daga para evitar que su brazo sea aplastado. Rápidamente Bell desenfundo su daga restante e intento clavarla en el pecho de la bestia, pero se sorprendió inmensamente cuando fallo al ver que la mantícora dio un salto y levito por unos minutos en el cielo gracias a sus alas y esto le dio la oportunidad de contraatacar.
Bell se movió rápidamente hacia su izquierda cuando vio que las garras del animal estaban a centímetros de su cara, luego pudo ver como el animal ataco con su otra pata dañada a Bell con la esperanza de herirlo. El peliblanco se maldijo a si mismo por confiarse, ya que tenía las garras a unos milímetros de su rostro, y lo único que pudo hacer es absorber una parte del impacto con su antebrazo izquierdo, aunque Bell aprovecho esa situación para clavarle la daga profundamente en su carne, para luego dar un salto y hacer un gran corte a lo largo de toda la pata del animal y llegando a cortar una parte de su pecho.
Luego de eso, Bell desenterró rápidamente la daga del pecho del animal e intento retirarse lo más rápido posible, pero al estar todavía en el aire intento usar sus llamas como propulsores, pero cuando lo hizo ya era demasiado tarde, debido a que recibió un fuerte zarpazo en la espalda que le rasgo su camisa negra y se podía ver que tenía tres cortes poco profundos, pero estaban a lo largo de toda su espalda.
Bell aterrizo en el suelo con mucha dificultad y se cayó a un costado, pero rápidamente se levantó mientras miraba la herida que tenía en su brazo derecho. Era algo profunda, pero nada de qué preocuparse.
La mantícora dejo de agitar sus alas y aterrizo forzadamente en el suelo mientras se tropezaba hacia el lado izquierdo y golpeaba fuertemente su cabeza contra el suelo debido a que los músculos de su pata izquierda habían sido completamente desgarrados y esa extremidad ya era completamente inútil.
La bestia se levantó con dificultad mientras se sostenía en tres patas y miraba amenazadoramente a Bell.
Bell: (sonriendo) |bueno, es obvio quien de los dos recibió más daño|.
La mantícora comenzó a aletear sus alas de dragón nuevamente y se alzó un par de metros del suelo.
Bell: | (serio) Tengo que deshacerme de sus alas. De esa forma me será mucho más fácil acabar con él. Quizás un rayo o una daga con filo extendido podrían funcionar, (pensando detenidamente) ahora que lo pienso bien, podría tener muchas otras posibilidades|.
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Bell, el Conejo Blanco de la familia Freya.
Avventuraluego de que Bell llegara ah Orario tras la muerte de su abuelo, no logra encontrar una familia que lo adopte, ni siquiera Hestia lo acepta. Luego de llegar a un callejón se dispone a dormir sin saber que le esperarían grandes sorpresas. Bell x Frey...