Bell, el Conejo Blanco de la familia Freya.

Capitulo 10: El Distrito del Placer.

|Pensamientos|: |ya no se me ocurre que poner|.

(Acciones): (sonríe), (serio).

CAPITULO 10: EL DISTRITO DEL PLACER.

Bell y Freya se dirigieron a la sede de la familia para ver cómo estaban los miembros.

Cuando entraron a la sala, se vio que Ottar estaba sentado en la cama leyendo un libro, mientras que todos los demás aún estaban inconscientes, pero ya se notaba que estaban a unos días de despertar.

Ottar levanto su vista del libro para ver a sus visitantes y solo hiso un asentimiento con su cabeza demostrando que los había visto llegar.

Freya: (sonriendo) y bien Ottar, como te sientes?

Ottar: (estoico) mucho mejor que hace unos días Freya-sama. Lo bueno es que mañana ya me dan el alta y no correrá tanto peligro. (Mira a Bell con una leve sonrisa) y viendo que esta aquí, podría decir que Bell cumplió con su promesa y te protegió.

Bell: (frotándose la nuca mientras daba un suspiro de cansancio) si supieras...

Ottar: (alzando una ceja) me estoy perdiendo de algo?

Freya: (sonriendo) bueno... además de haberme salvado ganando el Juego de Guerra. Bell también tuvo que herir de gravedad a Apollo para que volviera forzadamente al cielo.

Ottar: (ensancha sus ojos de la impresión) que?

Freya: (sonriendo) como escuchaste. Apollo perdió el Juego de Guerra y estaba furioso, me atrajo a su mansión con los deseos de matarme y volver al cielo de forma obligatoria. Pero Bell entro justo en el momento adecuado y me salvo, aunque recibió un gran daño en su mano derecha, tardara un par de días en sanar.

Ottar solo asintió algo sorprendido y miro a Bell unos segundos.

Ottar: (estoico) veo que te has vuelto muy fuerte en el tiempo que estuve fuera. Te felicito por todo lo que hiciste, pero mañana regresare y yo me encargaré de proteger a Freya-sama. Pero ahora somos muy pocos, asique me vendría bien que me ayudaras en eso.

Bell sonrió ampliamente y asintió de una forma un tanto frenética.

Bell: (sonriendo entre dientes) puedes contar con eso!

Freya: (sonriendo) hablando de eso... estoy segura que nadie nos querrá hacer algo por un tiempo, asique quiero que ustedes dos estén más unidos y se protejan la espalda. No quiero arriesgarme a perder los dos aventureros más confiables que tengo en la familia.

Ottar se extrañó un poco por lo mencionado, pero solo asintió. Una vez le había llevado la contra a Freya y no fue buena idea, ya que casi pierde por completo la confianza de ella.

Aun así, le parecía muy raro que los llamara aventureros y no hijos como solía llamarlos a todos los que estaban en la familia. Después de un segundo miro a Bell y la resolución le golpeo. No los estaba llamando hijos porque Freya consideraba a Bell no como su hijo, sino algo mucho más que eso. Pero simplemente le restó importancia de inmediato, de hecho se sentía feliz de que Freya allá encontrado un amor verdadero después de estar toda su vida encantando a hombres solo para pasar un buen rato. Pero parecía que Bell iba a ser un tipo complicado, y Ottar considero que ese iba a ser una especie de castigo para su Diosa, debido a todas las cosas que hiso en el pasado.

Bell: (extrañado) Ottar pasa algo? Me llevas mirando como un minuto.

Ottar: (estoico) lo siento, es solo que me puso a pensar ciertas cosas y no me di cuenta.

Bell solo asintió y Freya lo miro un poco extrañada, ya que no solía hacer eso, y desde que estaba herido, ha puesto mucha esperanza y confianza en Bell. Algo que no había hecho con ningún otro miembro de la familia.