31 días de Akafuri por diciembre

Música

Música nunca fue su materia favorita en la escuela para Furihata, siempre si tenia que elegir entre arte o música, prefería el primero sin dudar, no es que tampoco fuera muy bien en las artes manuales, pero se defendía. Era mejor dibujando. La única vez que tuvo la materia música de obligación, la pasó muy mal, encima que realmente era un desastre en flauta dulce.

Tampoco estaba interesado en la música clásica o al menos eso era lo que creía.

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No había pasado mucho tiempo desde que Akashi y él eran pareja así que cuando entro a la casa y una sirvienta le hizo pasar un sonido agradable le hizo sonreír sin querer y aunque tal vez estaba siendo grosero por ir a curiosear por las habitaciones, no quería quedarse con la intriga de donde salía tan bonito sonido. Era Seijūrō tocando el violín, estaba tan concentrado que su imagen enamoró aún más a Kōki quien no podía dejar de mirarlo a través de la puerta.

Seijūrō tocando el violín o el piano (Que pronto descubrió Furi) se convirtieron en la inspiración para Kōki, luego de ello no podía dejar de mirar y escuchar fascinado a su novio, la música que producía, aquella que estremecía su corazón. Así tanto que Furihata le regalo a su novio un dibujo que hizo de Akashi tocando el violín, un dibujo que Akashi amó, así como Kōki se enamoró de la música que acabo instalada en su corazón.