#2 Algodón de azúcar

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Sentada a un lado de la ventana en el avión observando las nubes con completa calma, aunque podía sentir como su corazón comenzaba a latir con prisa a cada momento que se estaba acercando, ese solamente era el primer vuelo de Londres a Estados unidos, ni siquiera cerca de Derry, Maine aún. Jugando con sus manos, observando a todas partes temiendo que podría tener un ataque de ansiedad, era lo que menos quería y necesitaba dentro de un avión en donde muchas veces simplemente no podía respirar, pero incapaz de saber porque se sentía como se sentía.

Si era mera felicidad o miedo. 

Al menos a eso de las ocho de la mañana se encontró arribando a Nueva York. Esperando a por su maleta con su equipaje que poco ella sabia no era la ropa, ni menos zapatos más ideales para todo lo que la depararía en un sitio como Derry, pero como podría saberlo cuando gran parte de sus memorias ni siquiera se encontraban ahí. Y teniendo que caminar nuevamente hacia la espera de poder conseguirse otro vuelo en dirección a Derry. Con mucha suerte tendría que esperar no más que una hora para que su vuelo estuviese listo para salir, así con boleto en mano podría caminar hacia el baño para poder simplemente cambiar su vestimenta, a por unos pantalones vaqueros con unos zapatos de tacón negro no demasiado altos que usaba para poder mostrarse mucho más elegante para las firmas, así como se coloco una blusa rosada con un bonito moño de la misma tela hacia adelante. Tomo la oportunidad de poder ir a tomarse un buen desayuno en esos momentos, soltando uno que otro bostezo mientras que su celular sonaba y lo contestaba sin muchos problemas en realidad. 

Dicho con tanto sueño y cansancio acumulado de no haber podido dormir por la ansiedad ni siquiera reviso de quien era el número de la persona que estaba llamando. 

—(t/n) Marsh al habla. 

—(t/n), habla Mike Hanlon nuevamente — hablo el hombre al otro lado de la línea, llamando por segunda vez cuando su inseguridad le gano ante el saber si la mujer estaría viajando o su falta de memorias la habría echado para atrás —, solo quería preguntar si estabas bien.

—Oh — contesto ella dando un sorbo a su café —, ahora me encuentro en Nueva York, no hubo mucho problema en tomar un vuelo en la noche técnicamente, ahora estoy aguardando a que sean las diez para poder tomar el siguiente vuelo a Portland.

Mike sonrió desde el otro lado de la línea al saber que la mujer estaba viajando, además de que se encontraba en un buen humor. 

—Entonces no haz tenido ni un problema para venir, ¿no? — pregunto, con curiosidad y preocupación hacia su amiga —, ya me encargue de llamar al resto por lo que arribaran también el día de hoy. 

—¿Llamaste también a Bev? — pregunto ella, observando pronto solamente su café y su vapor —.

—Claro, sé que vendrá, ¿algún problema, paso algo entre ambas? 

—Nada de lo que preocuparse Mikey, todo esta bien. 

Contesto, aunque sabia que su mano temblaba ligeramente al no saber que pasaría entre ambas, incluso si es que Tom iba con ella, no estaba segura en lo absoluto, no podía siquiera mentir respecto a que el hombre la intimidaba, que le entregaba esa sensación que nunca le gusto, la misma que su padre le daba en su niñez. 

—Bueno, entonces nos vemos en Derry, (t/n), ten un buen viaje. 

—Gracias, nos vemos allá. 

Finalizo la llamada; ella se quedo observando la pantalla por unos momentos pensando en llamar a su hermana mayor, para pronto finalmente no querer hacerlo para continuar con su desayuno con completa calma, un tanto cansada, esperaba que se pudiese tomar una pequeña siesta en su vuelo, aunque... no era más que casi una hora. Y lo sabia, porque cuando la hora de abordar llego tomo su asiento que no estaba al lado de la ventana, escuchando un poco de música cuando el café hizo su efecto.

Beautiful Ghosts {Eddie Kaspbrak & Lectora} It 2 - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora