#11 Confesiones

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—Siéntate, iré a por el botiquín — le menciono ella, observando como el hombre estaba extrañamente silencioso —, ¿Eddie, que esta mal? 

—¿Además de mi cara? — se burlo él —, es solo que... ¿por que cada vez que tenemos que estar en una habitación es por algo de vida o muerte?

La expresión una vez seria y preocupada de (t/n) se transformo en una sonrisa mientras negaba con la cabeza ante la idea que Eddie se estaba creando en esos instantes, sin contestar nada más que soltar una ligera risa, moviéndose hacia el baño, sacando el botiquín con los primeros auxilios, lo necesario como para poder comenzar a tratar la herida en el rostro de Eddie. Regresando, y posándose delante de él lista para comenzar. 

—Sé que esto posiblemente va a doler mucho, corazón. 

—Puedo tolerar eso. 

Sonrió él cariñosamente ante oír el sobrenombre que (t/n) le había dado en aquellos instantes, en como hizo que su corazón latiera de felicidad, como si cada parte de su vida estuviese completa con oír aquello, palabras que había oído anteriormente por Myra, pero que sin duda alguna nunca le hizo sentir realmente algo, no había dejado aquel efecto en él donde siquiera podía decir demasiadas palabras. 

El dolor era tolerable, porque mientras se encargaba de tratarlo de la forma cuidosa en la que estaba, él la estaba observando con adoración, sin siquiera decir palabras sabia que ella era especial, sobre todo cuando le estaba permitiendo tratar su herida, por lo normal, si no hubiera estado (t/n) presente se hubiera tratado por cuenta propia la herida, pero aquí estaba, confiando en ella plenamente, sin temer en lo absoluto, estaba en buenas manos. 

E incluso pareció que tratar la herida en su rostro fue bastante corto, porque en un momento ella ya había finalizado. Coloco una pequeña gasa en su rostro, pegándola, procurando que esto fuese que evitase que se infectase, e incluso mirando fijamente a los ojos de ella podía verla orgullosa de haberlo curado. 

—Esta listo, es lo mejor que pude hacer, lo siento... 

—Tu brazo — comento Eddie —.

—¿Qué? — le pregunto ella un tanto confundida, rememorando que continuaba con una herida abierta en el mismo, mirándolo en esos momentos —, oh... casi lo había olvidado. 

—Bueno, es mi turno de tratar tu herida — rio él —.

—Adelante entonces. 

(t/n) se sentó sobre la cama, permitiendo que Eddie comenzase a retirar los vendajes que ahora se encontraban empapados en sangre, la expresión de dolor en el rostro de (t/n) cuando se pudo ver una de las heridas abiertas, sabiendo que dolería el tacto del alcohol sacando el resto de sangre, limpiando nuevamente, e incluso cociendo con cuidado, al menos aliviada de que solo fue una pequeña abertura y que muy pronto un nuevo vendaje estaba siendo envuelto alrededor de su brazo.

—Todo listo, como nuevo — sonrió Eddie con orgullo por su pulcro trabajo —.

La mano de ella se poso en la mejilla de Eddie, llamando su atención, como si el tiempo se detuviese cuando se miraban fijamente, con cariño y adoración en ambos rostros, cada uno queriendo romper la distancia que los separaba. 

—Te amo — susurro Eddie —.

Y en el rostro de (t/n) se formulo una enorme sonrisa, con sus ojos cristalinos con la mera felicidad de ser correspondida. Acercándose lentamente, olvidándose del resto, con Eddie acercándose igualmente.

—Creemos que Bowers fue tras Mike, debemos darnos prisa chicos — interrumpió Ben —.

—Claro, ahora vamos — contesto finalmente Eddie —.

Beautiful Ghosts {Eddie Kaspbrak & Lectora} It 2 - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora