#6 Primer ataque

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(t/n) podía escuchar perfectamente el reloj resonando en la habitación como el único sonido, además de las hojas al cambiarlas. Estaba consiente de que era tarde, que sus parpados dolían, pero estaba sumamente concentrando en lo que estaba leyendo, en su manuscrito, al menos en lo que era del primer capítulo. Sentada al borde de la cama, vestida en su pijama, con sus pies tocando el suelo con delicadeza, una completa paz en el momento, ensimismada en dicho mundo de novelas románticas, en su inicio, cuando la palabra "rojo" de manera literal estaba manchada en un tono rojo carmesí que le quito toda la concentración para llenarla de curiosidad. Uno de sus primeros pensamientos fue que posiblemente que al ser impreso la impresora competió un simple error, ni siquiera supo verdaderamente porque trazo uno de sus dedos suavemente por la palabra, encontrándose con la sorpresa de mal gusto en que su dedo se encontró manchado con aparente sangre. 

Fue entonces que todas sus hojas se desplomaron por completo a sus pies, quedando esparcidas en el suelo, brincando prontamente para que sus pies quedasen protegidos sobre la cama, sus manos apoyadas en la cama. Incapaz de moverse, incapaz de llamar a alguien, como si de pronto estuviese sumida en un hechizo que la hacia mirar a las hojas esparcidas por el suelo, a la hoja en especifico con la mancha roja. 

Sus ojos se fueron de las hojas a la puerta, pensando que podría tomar la oportunidad para correr hacia ella, sin embargo el sonido de liquido, como si fuese una fuente en completo y normal funcionamiento la interrumpió, volviendo su mirada a la hoja que comenzaba a emanar agua en tono carmesí, su mente gritando una y otra vez con terror: "¡Eso no es agua, eso es sangre, sangre real!" 

La sangre comenzaba a esparcirse por lo que era el suelo, formando un pequeño charco de sangre del cual acabo saliendo una mano enguantada manchada en sangre, escuchaba aquella reconocible risa, aquella que no había escuchado en veintisiete años. Fue entonces que simplemente sabia que necesitaba la ayuda de alguien, por lo que grito el primer nombre que acabo pasando por su mente.

—¡E-Eddie! — grito con fuerza, su voz rompiéndose en terror —. 

Ahora pudo observar dos manos, prontamente su cabeza siendo visible, Pennywise empapado en sangre como si técnicamente no fuese nada malo para eso. Respirando con fuerza, no sabia como reaccionar correctamente a este tipo de situaciones, y sabia que era idiota por no poder moverse, estaba paralizada del miedo en el sitio, eso tomo la oportunidad de salir, quedando a la vista al menos a la mitad de su cuerpo, con una sonrisa horrible, estirando una de sus manos hasta que su mano enguantada sobresalía con enormes que garras que atraparon el brazo izquierdo de (t/n). 

—¡Suéltame! 

Grito, el dolor asomándose en su rostro cuando las garras rompieron su piel, clavándose, intentando arrastrarla, intentando tirarla de la cama hacia el charco de sangre del cual ella se estaba resistiendo, una lagrima más de dolor que miedo se deslizo por su mejilla, luchando con el dolor, luchando por no perder el equilibrio y al mismo tiempo intentando zafarse de sus garras sin perder el brazo. A través de su llanto, del dolor y la respiración no fue capaz de oír las pisadas desde fuera de la habitación, lo único que su mente gritaba era el dolor que estaba sintiendo en esos momentos. 

—¿No soy real para ti (t/n), no lo suficiente real para tu cabecita? — pregunto en un tono burlesco, saboreando el miedo que podía olfatear —.

—¡Suéltala imbécil!

La voz de Eddie sonando repentinamente llamo su atención, mirándolo con aquel temor, rogándole a por ayuda a no acabar como una victima más. Acercándose con cuidado, notando como el brazo de ella estaba siendo desgarrado, el rostro de ella bañado en dolor, aunque por mucha suerte eso pareció soltar su agarre, comenzó a marcharse por donde había venido, la sangre comenzando a drenarse por donde había venido, en aquella palabra marcada, quizá para siempre en ese tono rojo carmesí. Sus ojos (c/o) continuaron posados sobre las hojas sin notar cuando Eddie había caminado hacia ella, posando una mano sobre su hombro, haciéndola gritar del susto con fuerza, un grito que no pensaría que podría soltar con tanta facilidad. 

Beautiful Ghosts {Eddie Kaspbrak & Lectora} It 2 - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora