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Cuando Young Saeng se despertó al día siguiente, tenía a Jung Min enredado a su cuerpo y no pudo evitar sonreír al recordar la situación que tuvieron que pasar la noche anterior.


Se suponía que iban a dormir en lugares separados porque, a pesar del lazo, son amigos y sería muy extraño dormir en la misma cama. Así que Young Saeng le cedió su cama a Jung Min y él se quedó con el sofá de la sala principal, el cual no era para nada incómodo (y Young Saeng se dijo que con lo que había salido más valía que no fuera incómodo). Sin embargo, algo ocurrió.

Ninguno podía dormirse. Ambos sentían que algo pasaba: hasta que Young Saeng se percató de qué era. Así que con todo el orgullo hecho trizas, se había levantado del sofá y caminado hacia su habitación.


— ¿Jung Min? ¿Estás despierto? —había preguntado en voz baja. Jung Min le contestó que sí haciendo un sonido y se adentró a la habitación para llegar a la cama mediante tropezones—. Sabes por qué es ¿verdad?


Y bueno, Jung Min se había limitado a contestar un bajo "sí". Así que mandando el orgullo de ambos muy, muy lejos se habían acostado juntos, dejándose dominar por sus instintos.


Cuando Young Saeng abrazó a Jung Min sintió la paz que le faltaba para dormir, mientras que cuando Young Saeng lo abrazó, Jung Min se sintió cálido y protegido. Y por supuesto que ambos durmieron de la mejor manera.


— ¿Qué hora jodida es? —preguntó Jung Min con la voz ronca. Se había despertado minutos después que Young Saeng al sentirlo moverse, y agradecía aquello, pues tenía varias cosas que hacer—. Tengo que ir a la universidad.


El gimoteo de Jung Min hizo reír un poco a Young Saeng, dándose cuenta de que se encontraba de buen humor, de la misma forma que Jung Min. Pues, sabía que si el rizado estuviera de mal humor, se habría alejado de él a la primera oportunidad que pudiera y comenzaría a gruñirle cosas en su contra; al pesar de los años se acostumbró a ello.


— ¿Quieres que te haga el desayuno? —Le preguntó, mirando la hora en el reloj digital que se encontraba en la mesita de noche junto a su cama. Jung Min aún tenía tiempo para desayunar, y sí, sabía sus horarios gracias a las veces en las que lo tenía que ir a buscar por algunas emergencias llamadas "Alfas". Por supuesto, cuando Kyu Jong no podía hacerlo—. Aún tienes tiempo.


— ¿Qué te parece si hago yo el desayuno? —sugirió sin sugerir Jung Min, mientras se levantaba de la cama—. No necesitamos que quemes la cocina a pesar de que viviremos en otra casa.


— ¿Quién dice que viviremos en otra casa?


—No sólo tu padre es quien hará las cosas difíciles en todo esto, ¿sabes?


Young Saeng sólo negó con la cabeza mientras miraba a Jung Min salir de la habitación luego de haberse puesto pantalones de pijama que le quito de entre sus prendas. Jung Min nunca usó su ropa, pero ahora le veía un encanto y satisfacción inentendible, aunque agradable.


Cuando él salió de la habitación y caminó hacia la cocina, le gustó ver a Jung Min paseandose por el lugar como si estuviese acostumbrado a tal cosa, y lo estaba, sólo que ahora era diferente. Ahora lo sentía más... ¿íntimo? Más cálido y tal vez hasta más confidencial. Algo había cambiado, lo sentía. Y a pesar de que Jung Min no mencionara nada, era más que obvio que pensaba de igual manera.

Mordida Equivocada {SaengMin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora