Mordida Equivocada {SaengMin}

25

Había sido una sorpresa para ambos. Se suponía que faltaban varias semanas, pero después de toda la acumulación de emociones en los últimos días, fue entendible que el celo de Jung Min se haya adelantado. Aún se encontraban en el hotel cuando sucedió, y para la suerte de ambos, no habían salido a ningún lado ese día. Sólo duró un día, pero Jung Min lo sufrió más que los otros.

Sin embargo, más le dolió el despertar un día después de que su celo había acabado solo en la cama. Hizo un puchero falso observando toda la habitación y soltó un bufido. ¿Por qué Young Saeng siempre tenía que irse sin decirle nada?

Tratando de lograr que no le afecte más de lo que debía, se levantó de la cama y se vistió con la poca ropa que tenía, la cual era del viaje que habían hecho. El resto, obviamente ya estaba en la basura, pues sea quién sea la persona que entró a la casa, destruyó cada una de sus prendas.

Al pensarlo le dio un escalofrío. Bien sabía que el hogar de uno era un lugar en el cual la persona que ahí vive debe sentirse seguro. A su parecer, era horrible sentir miedo en el sitio que tanto Young Saeng como él lucharon entre sus sentimientos para admitir que era de ambos. De su pareja. Quería volver, pero a la vez no.

Cuando estaba apunto de ponerse una remera, escuchó la puerta abrirse y por ahí apareció Young Saeng. Tenía algunas bolsas en sus manos y al verlo le sonrió.

— ¿Cómo está el Omega más hermoso del mundo? —preguntó Young Saeng con una falsa voz melosa mientras se acercaba. Jung Min sonrió negando con la cabeza y dejó que Young Saeng besara sus labios.

—Muy bien, cariño —canturreó con humor—. ¿A dónde habías ido? Detesto cuando haces eso y me dejas solo.

—Fui a comprarte algo de ropa —respondió, alzando las bolsas en sus manos y dandoselas. Jung Min sonrió y miró un poco lo que había dentro—. De paso estuve hablando con Hyun Joong.

La sonrisa que tenía en sus labios y la emoción por Young Saeng preocupándose por la ropa que que podía utilizar y la que no podía utilizar, se fue de manera inmediata. Alzó la vista hacia el Alfa. Notó que había ido a acostarse a la cama y sólo quiso ir a golpearlo un poco.

¿Lo había dejado solo para irse con Hyun Joong?

— ¿Te fuiste... con Hyun Joong? —preguntó con la voz trémula, dejando caer sus brazos de forma pesado a ambos lados de su cuerpo. Young Saeng se apoyó en la cama sobre sus codos y con una mirada confundida, asintió.

—Sí, bueno. Hace tiempo quería hablar conmigo y aproveché que estábamos caminando por Seúl para comprarte algo de ropa.

Lo había dejado solo para irse con Hyun Joong.

Sintió una fuerte presión en el pecho que delataba su tristeza, pero trató de eliminar cualquier rastro de ello porque probablemente Young Saeng podría sentirlo además de que terminaría largando feromonas que lo delatarian en un santiamén. Sonrió en el momento que Young Saeng lo miró con el ceño fruncido, como tratando de adivinar.