Voodoo doll - 01

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Lo sacó del armario y se lo llevó, de vuelta a la habitación. Era igual a como lo recordaba, a excepción de unas cuantas botellas de píldoras en su mesa de noche.

—Hace mucho que estás encerrado... te falta algo de sol...— dijo, abriendo las cortinas que daban a la única ventana. Estaba lloviendo afuera, muy suavemente.

—Supongo que no importa, podemos quedarnos adentro, hay muchas cosas que tengo que contarte de todas formas.— se sentó al borde de la cama y lo recostó a su lado, sobre la almohada.—Eh veamos... empecé a medicarme... y estoy tomando sesiones con un psicólogo, así que ya no te voy a tratar mal.— habló despacio, como si levantar la voz le pareciera de mala educación. O tal vez para que nadie se diera cuenta de que todavía hablaba solo.

Se volvió a levantar, buscando un cuaderno entre sus revistas paranormales, y volver, ojeándolo hasta cierta página.

—Mira, hasta me encontré un nuevo pasatiempo!— volvió a reír, parecía nervioso.

En la hoja del cuaderno había varios dibujos que se parecían bastante a Zim. Algunos estaban a medias, y unos cuantos estaban pintados.

"Dib..."

El chico se volvió hacia el muñeco -Zim.

—Si...?— parecía incomodo, y aún más nervioso.

"En donde... está mi cuerpo?" Todavía seguía desconcertado del cambio en el niño... aunque ya no lo fuera. Le inquietaba su actitud, era demasiado tranquilo. Pero tenía demasiado miedo para decir algo mal y enfurecerlo, y que volvieran al día uno.

—A-ah pues- eso no importa! Digo- podemos hablar de eso después...?— era extraño... parecía que el chico de gabardina estaba más nervioso que el alien... o muñeco.

"Porqué estás actuando así?"
—Así... cómo...?
"Cómo si..."
—Mira, si es por lo de tu cuerpo... te lo mostraré después, está... reparándose...— terminó con un gesto de vergüenza.

Zim seguía perplejo, no sabía qué estaba pasando... tal vez habían sido las píldoras, o la terapia, como había mencionado Dib. Pero era tan diferente... y al mismo tiempo, tan igual a él... sin embargo ahora parecía más un adolescente con ansiedad social, que uno con problemas mentales mucho más serios.

Dib volvió a mirarlo, con un brillo en los ojos, uno que Zim no reconoció.

—Hey, Zim, sé que seguro me odias y no quieres volver a verme nunca más... y lo entiendo... pero aún así, creo que puedo compensarte esos últimos horribles cuatro años... realmente lo siento, y sé que no vas a creerme, pero te prometo que no voy a lastimarte otra vez... por más difícil que sea. Te lo juro.—

Al terminar su discurso, recogió a Zim y lo abrazó, comenzando a llorar en silencio.

"Dib?!" La voz del alien tenía un ligero toque de ansiedad, estaba confundido, nunca había visto a un humano llorar... o por lo menos no así. Siempre que veía a Dib llorar, hacía un escándalo. No un llanto suave y deprimente.

—Lo siento- estuve muy sensible las últimas semanas... creo que... no es suficiente...— susurró mientras lo levantaba hasta verlo directamente a los ojos. —Eres el único con el que puedo desahogarme, ni siquiera puedo relajarme y dejar salir todo con mi terapeuta.—

"Eres diferente, a como Zim te conoce..."
Dijo el pequeño peluche, mientras dib sujetaba sus pequeñas manos.

—Empieza a acostumbrarte, pequeña peste espacial...— soltó una risita triste, mientras limpiaba sus ojos.

Se levantó, aún con Zim en brazos, y fue a la cocina. El muñeco notó que no había nadie más en casa, tal vez Gaz había salido, y el padre de Dib siempre estaba ausente.

El chico se preparó un chocolate caliente, ya que el invierno era bastante frío, aún si no nevaba.

Sentó a Zim en la mesa, apoyándolo contra un florero. Y se sentó frente a él tomando su chocolate caliente.

Miraba al pequeño peluche, cuando pareció recordar algo. Se levantó y fue a buscar algo, volviendo enseguida con una pequeña bufanda y un suéter, los dos del tamaño ideal para Zim.

Se los puso, y le quedaron perfecto, justo como lo planeó.

—Así está mejor?— preguntó esperanzado el adolescente.

"Yo supongo... que sí..."

Siempre veía una sonrisa macabra en el rostro de aquel chico, pero ahora, solo veía una suave y sincera sonrisa, era como una versión más sutil de su anterior.

Y era demasiado extraño, pero si esto significaba que en poco tiempo podría volver a su cuerpo, tendría que seguirle la corriente. Originalmente, hubiera querido seguir con su plan de invadir la Tierra, pero ahora su único deseo era volver a su cuerpo y a su planeta. Ya había sufrido demasiado.

Dib se volvió a sentar, y a mirar cariñosamente al pequeño Zim, como si realmente lo quería.

—Te ves adorable con ése abrigo... ah- pero siempre te ves adorable...! Incluso... con tu pequeño traje de invasor...— acarició su pequeña cabeza con su dedo índice. —Son todos los aliens tan pequeñitos y tiernos como tú?—.

A esto, el peluche giró su cabeza hacia los lados ligeramente.

"Los Irkens pueden ser pequeños, pero son feroces y despiadados, yo solo me despreocupé demasiado."

"Además, nuestros líderes, los Más Altos, incluso superarían tu estatura, humano..."

—Oh... de hecho, ya los había... visto... les envié un mensaje diciéndoles... que no se acercaran a la Tierra, y tal vez... haya usado tu cuerpo en mal estado... para eso... lo siento...— susurró lo último tan bajo, que fue casi inaudible, parecía avergonzado más allá del arrepentimiento.

"Dib-...bestia..." Zim se sentía muy confundido ante el cambio tan radical que el humano había tenido en ése tiempo.

—Hey... Navidad se acerca... no pongas esa cara, te... te regalaré algo! Lo prometo!—

"Nunca entendí sus festividades, pero... haz lo que te plazca... supongo."

Su rostro se iluminó ante tales palabras, como si se le hubiera vuelto toda la esperanza.

—Gracias... gracias, Zim!

El humano empezó a reír, pero era tan diferente... que no pudo odiarla. Y tampoco quería, ya que cualquier rebeldía podría significar un retroceso en su comportamiento.

Pero, era una risa sincera y hasta dulce a los oídos... simplemente hermosa.

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N/A: Pos... no tengo idea de lo que hago.

Esto va ser puro "domestic fluff" (quien sea curiosx que use google, o pregunta!) principalmente porque me es físicamente imposible hacer que los niños sufran >:/

Como saben, los amo, y cualquier comentario es aceptado y apreciado uvu.
-Z

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