Succubus.|Edward Cullen [𝟏𝟖+] [SBN #1]

O8-.

——————————
SOL
——————————

           —VIENES DE BUEN HUMOR, DIABLITA.—bromeó mi padre al verme tararear al cruzar la puerta.

Me encogí de hombros y le sonreí con dulzura.

—Solo diré que he recargado energías.—canturreo y doy unas vueltas cual bailarina.

De alguna manera en mi campo de visión podría apreciar colores cálidos e incluso brillos inusuales, lo cual jamás me había pasado, sin embargo, decidí no pensar en ello demasiado, pues no lo consideraba tan importante.

—Te preparé algo para que comas, está en la cocina.—me dijo mi padre mientras se colocaba unas gafas y leía una revista.—Por cierto, espero que no te hayas olvidado de tus entrenamientos y tus clases conmigo, empezamos la próxima semana.

Bufé.

—Si, papá, lo recuerdo.

Justo cuando estaba por abrir el tupper con la comida que había mencionado mi progenitor, me llegó un mensaje.

¡Sasha! He visto que no te sientes tan cómoda en la mesa con Bella, ¿Te gustaría sentarte con nosotros en la cafetería? Será divertido.
–Alice.

En primer lugar no pude evitar pensar, ¿Cómo carajos había conseguido mi número? Bueno, no importa, en realidad me alegra que me haya enviado mensaje, y más con una propuesta tan tentadora como aquella. Rápidamente tecleé un "Me encantaría" y lo envié.

Calenté la comida en un sartén y comencé a comer lo que parecía ser una especie de pasta italiana.

Luego de comer, subí a mi habitación y justo cuando me lancé a mi cama, mi celular volvió a sonar.

¡Espléndido! Entonces te veo en la escuela en dos días, mañana ninguno de nosotros irá, lamento dejarte sola.
-Alice

De manera inconsciente, sonreí. Asentí pero luego me golpeé mentalmente puesto que no me podía ver, así que simplemente contesté que si. Me mandó la dirección.

—Hace días que no entrenas, ¿Qué te parece si lo hacemos hoy? Sabes que tus poderes no crecerán si dejas de usarlos.—dijo mi padre desde la sala a pesar de que me había mencionado que comenzábamos la próxima semana hace tan solo unos minutos. Tal vez estaba emocionado. O tal vez me estaba preparando para algo.

Bufé sin ganas.

—¡Papá, creo que puedo controlar mis poderes yo sola!—le grito.

—¿Segura? Que yo recuerde, dije que iba a dejar de instruirte cuando me ganes una batalla.—sentí su voz detrás de la puerta, así que de mala gana, me levanté de la cama y le abrí.