Succubus.|Edward Cullen [𝟏𝟖+] [SBN #1]

O3-.

——————————
LA PUSH, QUILEUTES.
——————————

        HACÍA BASTANTE FRÍO SEGÚN ÁNGELA, PERO yo no lo sentía en lo absoluto, supongo que era algún efecto de las súcubos. El clima de Forks me encantaba, era frío y brumoso, llovía bastante seguido y yo me entretenía viendo las gotas caer desde mi ventana.

—Deberías ser independiente e invitarlo tú misma. Después de todo, la chica invita.—opinó Bella.

Las chicas se encontraban sentadas en la camioneta, hablando de cosas sin sentido, me encontraba frente a ellas, pero no las miraba, tenía mi vista sobre el mar y Eric intentando surfear.

—¿Puedes creerlo, Sasha?—la pregunta de Jessica me descolocó por completo, no tenía ni idea de lo que estaban hablando.

Parpadeé varias veces, algo atontada.

—¿El qué?—pregunté mientras dejaba de ver el mar y las miraba a ellas.

—Bella invitó a Edward Cullen a venir a La Push.—comentó con obviedad.

Fruncí el ceño. ¿Qué tenía eso de extraño? Quizá Jessica solo lo preguntaba para hacer quedar mal a Bella.

—Bueno, solo estaba siendo amable.—se defendió y me miró.

—Bella puede invitar a quien quiera, que yo sepa, la playa no es propiedad de nadie, y si lo fuera, eso sería ilegal.—comento y Bella asiente, dándome la razón.

La cara de Jessica se torna en una mueca molesta y no puedo evitar sonreír.

—De todas formas la rechazó.—dijo Jessica y Bella se hizo más pequeña por la vergüenza.

¿Esta chica nunca se callaba o qué? Jamás había conocido a alguien tan irritante como ella. Rodé los ojos con exacerbamiento. Alguien debería decirle sus verdades, juro que algún día yo seré quien se las diga y no voy a ser para nada amable con ella.

—Me parece bien que seas tan valiente para hacer eso.—intento defender a Bella solo para molestar a Jessica.

—Nadie lo invita, es raro.—su tono de voz es irritante.—Quiero decir, es Edward.

Estoy segura de que si no se calla en este momento me voy a lanzar a ella y la voy a golpear con todas mis fuerzas en su cara.

Ángela se siente un poco tensa con el tema y decide cambiarlo. Al parecer se dió cuenta de lo que quería hacer con su amiga y quería salvarla de un inevitable destino.

—Sasha, ¿Eres francesa? Mike lo comentó hace rato.—dijo.

—Ah, si, nací en Versalles pero--

—¡Jacob!—el grito de Bella me interrumpió y todas giramos a ver de quién se trataba.